Por qué un Día de la Educación
“La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva”. Así de escueta y contundente se muestra la UNESCO a la hora de catalogar esta materia.
La importancia de asignarle a la educación una jornada específica radica en que, según la propia organización, “sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos”.
Incluso la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra la educación como un derecho humano, siendo además uno de los ODS (concretamente el número 4) esenciales para el éxito del conjunto de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Pese a ello, en estos momentos todavía nos encontramos con que 258 millones de niños y jóvenes están sin escolarizar, siendo precisamente la educación (junto a la salud y la protección) los tres derechos básicos que todos niños y niñas deben tener.
El triple que de niños y jóvenes sin escolarizar, concretamente 781 millones, es el número de adultos analfabetos en el mundo, cuyo “derecho a la educación está siendo violado y es inaceptable”, zanja la UNESCO, según datos de la propia organización.
De este total mundial de adultos analfabetos cabe destacar otra brecha, en este caso de género: casi dos tercios de esta cifra son mujeres.
Origen del Día Internacional de la Educación
¿Pero por qué se celebra en esta fecha el Día de la Educación?
El origen de esta jornada se remonta al 3 de diciembre de 2018, fecha en la que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, cuya primera edición se celebró en el año 2019.
La ONU argumentó la importancia de esta jornada en que “la educación desempeña un papel fundamental en la creación de sociedades sostenibles y resilientes y contribuye al logro de todos los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible”, tal y como hemos comentado anteriormente.
Igualmente, desde esta organización internacional se incidió en la relevancia de “adoptar medidas para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad a todos los niveles —enseñanza preescolar, primaria, secundaria, terciaria y a distancia, incluida la formación técnica y profesional— para que todas las personas puedan acceder a oportunidades de aprendizaje permanente que las ayuden a adquirir los conocimientos y aptitudes necesarios para aprovechar las oportunidades que se les presenten de participar plenamente en la sociedad y contribuir al desarrollo sostenible”.
Educación digital: por qué es tan importante y en qué consiste
Dentro de la educación, la educación digital se muestra como la disrupción más significativa en las últimas dos décadas para ayudar a reducir la brecha educativa.
Se podría decir que la educación digital es clave para mejorar o incluso transformar el aprendizaje del futuro, una oportunidad que no se puede desaprovechar para que el poder y la fuerza de la revolución digital ayude a los menos favorecidos.
La revisión de las competencias necesarias que requieren las nuevas generaciones pasa por una visión digital, donde lo tecnológico es central, con ejemplos concretos como la realidad virtual.
Sin embargo, se requiere de un enfoque inclusivo para que nuestras sociedades evolucionen hacia una reducción significativa en la brecha educativa y, por ende, socioeconómica y cultural.
Educación digital para que nadie quede atrás
En 2016, la Fundación Telefónica y la Fundación “la Caixa” lanzaron ProFuturo, un programa de educación digital para disminuir la brecha educativa mejorando las condiciones de millones de niños y niñas de entornos vulnerables en diferentes continentes.
Concretamente, y hasta 2023, la iniciativa había ayudado a transformar la educación dotando de recursos necesarios para cambiar la vida de más de 28 millones de beneficiarios (así como de casi millón y medio de docentes) en más de una cuarentena de países.
A propósito de cuál será el futuro de la educación, desde ProFuturo nos señalan algunos temas que contarán con especial incidencia en este 2024 en el ámbito educativo.
Algunos de ellos tienen una fuerte implicación tecnológica, como el desarrollo y relación de la inteligencia artificial con la educación o la enorme eclosión de contenidos digitales y cómo poder abordarlos y sacarles el máximo rendimiento sin comprometer por la calidad de los materiales educativos.
Pero siempre una transformación de los centros escolares y docentes como prioridad, a través de la capacitación continua, para que sea una realidad la “revolución” potencial de las tecnologías digitales en este sector.