Algunas de estas creencias han sido alimentadas por la falta de información veraz y a través de las redes sociales. A continuación, repasamos uno a uno algunos de los mitos más sonados sobre el 5G y explicaremos que hay detrás y su realidad.
Mito 1: A través de las vacunas de la COVID-19 se implanta un chip que se activa mediante 5G para controlar a las personas
Quizás uno de los mitos más extendidos en la época de la pandemia fue la idea de que las vacunas de la COVID-19 albergaban chips microscópicos que eran implantados en los humanos y activados a través de las redes móviles 5G. Esta teoría digna de cualquier película de ciencia ficción, se originó a raíz de la falsa creencia de que la rápida propagación del virus en las ciudades no era casualidad, sino una consecuencia de implantación del 5G en zonas urbanas.
Este falso mito no solo se quedó en eso, sino que generó un nivel de miedo e incertidumbre a tal escala, que hubo numerosos actos de vandalismo contra torres 5G en varios países como Nueva Zelanda o Reino Unido. Este fuerte rechazo generó retrasos en su despliegue.
Actualmente es tecnológicamente imposible crear chips tan pequeños que sean imperceptibles y capaces de ser implantados en vacunas. Los chips de radiofrecuencia más pequeños que existen son los RFID (Radio Frequency ID), estos son los utilizados, por ejemplo, para el rastreo de mascotas con un alcance máximo inferior a los 20m. Estos chips son encapsulados para poder ser insertados bajo la piel, y chip más cápsula tienen un tamaño aproximado de 2mm de diámetro por 10 mm de longitud. Este tamaño es demasiado grande para poder ser implantados a través de la aguja de una jeringuilla.
Mito 2: El 5G puede matar a la fauna y desorientar a las aves
Existe una creencia que afirma que el 5G afecta a la fauna y está siendo altamente perjudicial para las aves. Esta teoría cobra peso a raíz de falsos videos que han circulado por las redes sociales, en los que se puede ver a pájaros muriendo y cayendo al vacío cerca de torres de telefonía, insinuando que son las frecuencias utilizadas por el 5G las que provocan estas muertes.
Aunque este mito es falso, ha conseguido propagar una publicidad negativa sobre el uso del 5G, provocando el rechazo de numerosos grupos ecologistas que han puesto el foco en frenar el despliegue de este, justificando una amenaza para la biodiversidad de algunas zonas.
La causa de la muerte de las aves o la fauna de una cierta región suele venir provocada por problemas naturales, como cambios en el clima o el ecosistema de estas. No se han encontrado indicios de que la tecnología 5G tenga ningún efecto perjudicial en la fauna.
Mito 3: El 5G acelerará el cambio climático
Este mito está relacionado con la creencia de que el 5G consume mucha más energía que las generaciones anteriores, porque es capaz de transmitir muchos más datos y a mayor velocidad. Para poder conseguir las tasas de envío de datos tan altas acompañadas de velocidades de envío superiores, esta tecnología requerirá de centros de datos más grandes, y procesadores más potentes y todo esto resultará en un consumo de energía superior para mantenerlos y poder ponerlos en funcionamiento.
Es verdad que el 5G tiene mucha más capacidad y es más veloz que las generaciones anteriores, pero también es cierto que todo esto lo consigue de forma eficiente, mediante técnicas de optimización del espectro y de ahorro de energía; por ejemplo, el 5G posee la capacidad de entrar en modo “dormido” en momentos en los que no es necesario transmitir información. Esto se traduce en un ahorro significativo de energía que no se ha conseguido en generaciones de telefonía anteriores.
Mito 4: El 5G aumentará la exposición a la radiación por encima de la tolerancia humana
La desconfianza en torno a los efectos de las radiaciones electromagnéticas no es un fenómeno reciente. Con la llegada de nuevas tecnologías siempre ha surgido el debate de la salud, y no iba a ser diferente con la llegada del 5G. Existe la preocupación de que esta tecnología expone a las personas a niveles dañinos de radiación electromagnética, debido a su frecuencia de radiación más alta y a su despliegue con un gran número de antenas. Se cree que esto puede estar afectando al desarrollo de cánceres en personas cada vez más jóvenes, así como problemas de infertilidad por llevar los teléfonos móviles pegados al cuerpo y cefaleas crónicas relacionadas con utilizar el teléfono cerca de la cabeza.
La realidad de las frecuencias del 5G es que no son dañinas. El 5G se propaga en una gama de frecuencias denominada no ionizante. Esta gama de frecuencias también la componen sistemas que podemos de encontrar en casa como el Wifi, la radio e incluso los microondas. Además, el 5G tiene parte de su espectro radiando en lo que anteriormente fue propiedad de la televisión (700 MHz); ¡Todos recordamos resintonizar nuestros TDTs! Esto ocurrió para dejar libre parte del espectro asignado a la TV para poner en funcionamiento el nuevo 5G. Los microondas también operan en frecuencias empleadas para las comunicaciones móviles (2,4 GHz), y lo que hace que las ondas calienten dentro del microondas es la potencia a la que están radiadas, pero no es necesario una potencia tan alta para la transmisión de comunicaciones móviles.
El 5G también opera en ondas milimétricas (3,5 GHz) que son frecuencias más altas que las utilizadas en generaciones móviles anteriores, pero estas se encuentran muy por debajo de las frecuencias consideradas dañinas para los humanos como son los rayos X, gamma o UV. La realidad del 5Ges que las frecuencias y potencias utilizadas para la propagación de comunicaciones móviles no tienen suficiente energía para conseguir alterar las fibras humanas y ocasionar daños.
Organismos como la Comisión Europea o la OMS establecen directrices y normas que deben cumplir los fabricantes y operadores en cuanto a niveles de exposición y potencia transmitida por las diferentes tecnologías radio. Las sanciones a un operador que incumpla con la regulación vigente pueden ir desde millones de euros hasta la suspensión del servicio.
Conclusiones
A través de todos estos mitos, podemos llegar a la conclusión de que el 5G ha dado pie a la creencia de numerosas teorías falsas, alimentadas en su mayoría por información no contrastada. Para conseguir buena información, lo ideal en este ámbito y en todos en general es recurrir a fuentes de información fiables e incluso a publicaciones científicas.
La realidad es que las nuevas tecnologías están llamadas a transformar el mundo haciéndolo más cómodo, fiable y mejor conectado.