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El desafío cotidiano de ser feliz en el trabajo

Descubre el desafío cotidiano de ser feliz en el trabajo y sorpréndete con estos consejos. No te lo pierdas.

Descubre el desafío cotidiano de ser feliz en el trabajo.

Gaspar González Jurado-Gutiérrez

Imagina si ir a trabajar fuera algo que realmente esperas con entusiasmo. Si el dinero que ganas, pasara a un segundo plano y trabajar te hiciera más feliz. Puede sonar idealista, pero para algunas personas, esto es una realidad. No se levantan solo para cumplir con sus tareas, sino para disfrutar de lo que hacen. Entonces, ¿por qué no intentar acercarnos a esa realidad? Aunque no sea algo sencillo, es alcanzable. Te invito a acompañarme en este desafiante viaje sobre la búsqueda de la felicidad laboral.

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Desafiando las estadísticas: perspectivas sobre la felicidad en el trabajo

Un trabajo que nace de la pasión es como cuando a un artista le encanta lo que hace y se dedica de lleno a ello, o cuando alguien encuentra un propósito real en lo que hace. Este tipo de trabajos llenan la mayor parte de la vida y te dan muchas razones para sentirte motivado. Pero, la mayoría de los trabajos no son tan emocionantes ni te hacen sentir totalmente satisfecho.

El último informe de Gallup sobre satisfacción laboral arrojó una cifra preocupante: solo uno de cada ocho trabajadores en todo el mundo está contento con su trabajo. Este no es un estudio superficial, ya que se basa en resultados recopilados en 142 países y entre 25 millones de trabajadores en todo el mundo. En España, la situación tampoco es muy alentadora. Hasta un 62 por ciento de los encuestados se sienten desconectados de su trabajo, mientras que un 20 por ciento afirma sentirse muy desconectados. Solo un 18 por ciento se muestra satisfecho. A nivel global, el 87 por ciento de las personas se sienten «desconectadas emocionalmente de sus puestos de trabajo y con menos posibilidades de ser productivas». ¿En qué grupo te encuentras? Si estás en el pequeño grupo que está satisfecho, felicidades. Pero si te identificas con los descontentos, aún hay esperanza. No te desanimes.

La importancia de ser persona antes que profesional

Si realizas una búsqueda en Google con el término «Ser Feliz en el trabajo…», encontrarás una variedad de artículos, reflexiones, videos, consejos, claves, recetas, entre otros. Sin embargo, ninguno de ellos te revelará una cosita básica de 1ª Curso de Felicidad Laboral: para ser feliz en el trabajo, es esencial recordar que, antes que profesional, eres una persona.

Ciertamente, el ámbito «profesional» constituye una de las tres esferas de influencia que todos poseemos: familiar, social y profesional. Y me atrevería a decir que resulta prácticamente imposible alcanzar la felicidad en el trabajo (aspecto profesional) si no la experimentas también en tu entorno familiar y social.

Te lo diré de otra manera. Con un promedio de vida de 79 años, nos pasamos un tercio (¡sí, un tercio!) durmiendo, lo que equivale a unos impresionantes 26 años en el reino de los sueños. El tiempo invertido en estudiar ronda los 3 años, y si sumamos las horas dedicadas a las tareas domésticas, ¡bam!, estamos hablando de unos asombrosos 8 años. Ahora, con una carrera profesional media de 45 años, currando 40 horas a la semana, nos enfrentamos a la realidad de que trabajamos unos 12 años. ¿Y qué pasa con el tiempo dedicado a los peques, la jubilación y esos años «libres»? Pues resulta que nos quedan unos 30 años para disfrutar de la vida.

Ahora, hagamos la cuenta de porcentajes, sin contar las horas de sueño. El ámbito familiar abarca un 45% de nuestra existencia, el social un 32%, y el laboral se lleva su parte con un 23%. Con estos números, está claro que nuestro tiempo en el trabajo tiene peso, ¡y mucho! Al igual que los otros dos ámbitos. Así que, para ser feliz, uno tiene que serlo en los tres ámbitos. Esto no significa que no podamos lidiar con situaciones conflictivas de vez en cuando en alguno de estos ámbitos, ¡todos somos protagonistas de nuestro propio culebrón!

Por tanto, es crucial recordar que nuestra identidad como individuos va más allá de nuestra identidad profesional. Aunque buscar la satisfacción en el trabajo es legítimo, debemos ser conscientes de que enfocarnos exclusivamente en el ámbito laboral no garantiza una realización plena y una felicidad total.

Cuando nuestras facetas familiar, social y profesional están equilibradas y llenas de felicidad, estamos mejor preparados para enfrentar los desafíos en el trabajo. El ámbito laboral, aunque es esencial, solo representa uno de los escenarios (un 23% del total de años de nuestra vida) en los que nos desarrollamos como personas. Debería ser un elemento que aporte de manera positiva y complemente las otras áreas de nuestra vida.

Alcanzar un equilibrio entre las diferentes partes de nuestra existencia, incluyendo la vida familiar, las relaciones sociales y el trabajo, es esencial. Poner demasiado énfasis en uno de estos aspectos en detrimento de los demás puede desencadenar un desequilibrio que afecta negativamente al conjunto. Cuando existe armonía entre las diversas áreas de nuestra vida, todo funciona de manera más cohesiva y satisfactoria.

El juego de la felicidad: reflexiones de un pollo sin cabeza

En nuestra sociedad loca y agitada, todos vamos como pollos sin cabeza por la vida, llenos de emociones y con la adrenalina a tope. ¡Es como vivir en una montaña rusa emocional sin fin! Pero lo peor es que ni siquiera tenemos tiempo para rascarnos la cabeza. Con tanto lío… ¿Quién tiene tiempo para pensar en lo importante en la vida? ¿O en nuestra felicidad?

Es verdad que no sabemos muy bien qué es la felicidad. Cada persona la ve de manera diferente, y, sinceramente, ni siquiera sabemos cómo medirla. Lo que sí está claro es que cada uno es responsable de su propia felicidad. Si bien es cierto que esta cosita de la felicidad es algo subjetivo, la infelicidad si me queda claro lo que es: “no saber lo que queremos y matarnos por conseguirlo”.

Todos tenemos nuestra receta secreta para ser felices. Algunos buscan la felicidad en tener muchas cosas, como si tuvieran un hambre constante de objetos. Pero ¿sabéis qué? Al final, todos coincidimos en algo: la verdadera felicidad no tiene etiquetas ni está en las tiendas.

Lo que realmente nos hace felices es más profundo. Es como la salsa secreta de la abuela que nadie conoce. Está en nuestro interior, en cómo vivimos cada día y en cómo valoramos cada momento.

La felicidad no es como un GPS que te lleva a un lugar específico, ¡ojalá! Es más, como un juego de aventuras en el que cada uno tiene su propio camino. La verdadera felicidad no está detrás de un iPhone último modelo, sino en nuestro interior. Es como si tuviéramos un tesoro guardado en nuestro corazón. Cuando aprendemos a valorar lo que ya tenemos y dejamos de suspirar por lo que aún no hemos alcanzado, ¡voilà! La verdadera felicidad aparece como por arte de magia.

Así que, ¡paremos de esa búsqueda frenética y respiremos! Inhalemos gratitud y exhalemos estrés. Apreciemos cada momento con los ojos del corazón y abracemos la vida con serenidad y plenitud. Porque la verdadera felicidad se encuentra en el presente, lista para ser descubierta por cada uno de nosotros.

Os comparto mi propia definición de la Felicidad:

Para mí, Felicidad es levantarse, practicar ser la mejor persona que uno pueda ser, disfrutar la vida con las personas que quieres, buscar cambiar a mejor la vida de las personas que te rodean, acostarte y dormir como un angelito.

La revolución de la felicidad en el trabajo: del dinero a la satisfacción personal

Hasta hace poco, la gente veía el trabajo como algo para ganar dinero. Si además te gustaba y eras feliz durante esas ocho horas (o las que fueran), eso era bueno, pero no era lo más importante al elegir un trabajo.

Pero ahora, desde hace unos años, hay estudios sobre la felicidad en el trabajo que muestran lo importante que es sentirse bien en el trabajo. Algunas empresas, incluso tienen a alguien llamado “Chief Happiness Officer” o jefe de Felicidad, cuya tarea es hacer que los trabajadores se sientan bien. Esto no solo hace que trabajen mejor, sino que también mejora su calidad de vida.

Ahora, los empleados no solo piensan en el sueldo. Muchas encuestas a jóvenes profesionales concluyen que, aunque para ellos el sueldo es importante al dejar un trabajo, al elegir uno nuevo, valoran más tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal, y las oportunidades para aprender y crecer en el trabajo. Todas estas cositas juntas se llaman «salario emocional».

El arte de ser feliz en el trabajo

Primero quiero comentarte que, aunque tendemos a hablar de “ser” feliz, realmente la felicidad es una emoción y, por lo tanto, no puede ser permanente. Lo más correcto entonces sería hablar de “estar feliz”.

También quiero decirte que está bien buscar ser feliz en el trabajo, ¡pero no te obsesiones con eso! A veces, soñamos con tener el trabajo perfecto, pero es importante saber que no existe un trabajo, jefe o empresa perfecta. Además, puede ocurrir, y ocurre, que hasta el trabajo que hoy nos parece idílico puede llegar a frustrarnos más pronto que tarde.

A veces, el estrés en el trabajo puede ser fuerte, y aunque hagamos lo que nos gusta, puede que no siempre nos sintamos bien. Lo importante es saber que está bien no estar siempre feliz en el trabajo, ¡y eso está perfectamente bien!

¡A ser felices! Descubriendo las dos caras de la alegría

La investigación científica ha identificado dos formas distintas de experimentar la felicidad: la hedónica y la eudaimónica. La primera se manifiesta en momentos de alegría y placer que surgen de experiencias agradables y emocionantes, como disfrutar de un evento divertido. Por otro lado, la felicidad eudaimónica está estrechamente vinculada a sentirse plenamente realizado y comprometido en actividades que reflejan bondad, sentido y la adherencia a los propios valores.

Ambas formas de felicidad tienen su importancia, pero la segunda, la eudaimónica, revela su relevancia particularmente en el ámbito laboral y en la búsqueda de nuevas experiencias. Esta dimensión de la felicidad no solo se limita a momentos efímeros de placer, sino que se enfoca en la realización personal y el compromiso con actividades que aportan un significado más profundo a la vida.

Al adoptar una perspectiva eudaimónica en el trabajo, no solo enfrentamos los desafíos y miedos laborales de manera más efectiva, sino que también cultivamos un sentido más profundo de satisfacción y propósito en nuestras vidas profesionales. La búsqueda de la felicidad eudaimónica en el trabajo se convierte así en un camino que va más allá de la gratificación momentánea, ofreciendo una conexión más profunda con nuestras aspiraciones y valores fundamentales.

Lograr la felicidad en el entorno laboral es una cosita compartida que implica tanto a la empresa como a los empleados. Es responsabilidad de la empresa crear un ambiente que fomente el crecimiento personal y evaluar constantemente cómo sus prácticas laborales contribuyen al bienestar general. No se trata simplemente de disfrutar de momentos aislados de felicidad, como las festividades de fin de año, sino de integrar la búsqueda de la felicidad como un componente fundamental en el funcionamiento diario de la empresa.

Para construir un entorno laboral verdaderamente feliz, es esencial que la empresa adopte una visión a largo plazo, defina un propósito claro y fomente relaciones sólidas entre los miembros del equipo. Esto no solo impulsa el bienestar de los empleados, sino que también fortalece la cultura organizativa. La clave radica en comprender que la felicidad no es un componente aislado, sino un elemento vital en la estructura misma de la empresa.

No obstante, cada miembro del equipo también desempeña un papel fundamental en este proceso. Cada empleado debe reflexionar sobre cómo puede contribuir a hacer que su entorno laboral sea más feliz, tanto para sí mismo como para sus colegas. Esta responsabilidad individual puede manifestarse en acciones diarias, como fomentar un ambiente positivo, practicar la empatía y trabajar de manera colaborativa. Al adoptar un enfoque proactivo hacia la felicidad en el trabajo, los empleados no solo mejoran su propio bienestar, sino que también contribuyen al florecimiento de un entorno laboral más saludable y productivo en general.

Siete consejos efectivos para impulsar tu motivación en la oficina

He recopilado de diversos artículos y reformulado a mi estilo siete consejos que me han parecido interesantes para mantener alta la motivación en la oficina. Además, son recomendaciones que pueden ser implementadas de inmediato.

1. El poder de los descansos: recargando energías para un día más productivo

Es esencial que te tomes los descansos que te corresponden a lo largo de cada jornada. No es posible mantener un estado de satisfacción si no podemos tomarnos un respiro durante las 8 horas de trabajo. Aprovecha esos minutos para salir y tomar aire fresco; tu mente lo agradecerá y regresarás con renovada energía y entusiasmo para continuar.

2. Desconecta el piloto automático: Logra claridad y propósito en tu jornada laboral

Es frecuente observar cómo el trabajo se convierte en una rutina más en nuestra vida, y al final del día nos encontramos sin una comprensión clara de nuestras actividades. Por esta razón, te sugiero que desconectes el piloto automático y comiences a establecer objetivos. Es esencial fijar metas profesionales que sean tangibles y, sobre todo, alcanzables. Esto no solo impulsará tu motivación, sino que también avivará tu entusiasmo por tu carrera profesional.

3. El arte de decir “No”: Claves para establecer límites y ser más productivo

Establecer límites en tu carga de trabajo es una habilidad esencial. Aunque decir «no» a veces puede parecer un desafío, abrazar la capacidad de aceptar solo la cantidad de trabajo que realmente puedes manejar tiene beneficios significativos. Al poner límites, no solo ganarás más tiempo para ti mismo, sino que también experimentarás un aumento en tu productividad y eficiencia.

Decidir conscientemente cuánto puedes asumir garantiza que te enfoques en las tareas más importantes y te permitirá realizar un trabajo de calidad. Además, aprender a decir «no» cuando sea necesario no solo preserva tu tiempo, sino que también salvaguarda tu bienestar mental y físico.

4. Secretos de productividad: organización eficiente para tu espacio de trabajo

La organización es fundamental, ya sea en la gestión de tus tareas o en el orden de tu espacio. Por esta razón, te sugiero dedicar unos minutos diarios para limpiar y organizar tanto tu entorno de trabajo como tu bandeja de entrada de correo electrónico. Además, planificar el día siguiente es clave. Saber qué tareas realizarás, cuándo las abordarás y tener un plan estructurado te ayuda a evitar pérdidas de tiempo innecesarias.

5. Éxito en el trabajo: La magia de conectar con tus compañeros

Las relaciones humanas son un componente crucial para experimentar la felicidad, y esto es igualmente aplicable en el entorno laboral. Cultivar conexiones genuinas con tus colegas va más allá de simplemente compartir un espacio de trabajo. La capacidad de conectarse a un nivel personal, intercambiar risas y compartir experiencias no solo contribuye a un ambiente laboral positivo, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar emocional y en la percepción general de la jornada laboral.

Compartir momentos alegres y experiencias positivas con tus colegas no solo mejora la atmósfera en el lugar de trabajo, sino que también puede fortalecer los lazos entre los miembros del equipo. La capacidad de encontrar alegría y satisfacción en el trabajo no solo proviene de la naturaleza de las tareas realizadas, sino también de las relaciones significativas que se construyen a lo largo del tiempo.

6. Más allá del trabajo individual: potencia el valor colectivo.

Ten presente que, aunque en ciertas ocasiones puedas llevar a cabo tareas de forma individual, el valor de tu trabajo se enmarca en un contexto colectivo. Por esta razón, busca apoyo diario entre tus compañeros y contribuye a la colaboración. No se trata solo de solicitar retroalimentación sobre un proyecto, sino también de compartir con el equipo tus necesidades, desafíos y reflexiones. Este enfoque contribuirá a mejorar el ambiente laboral y a que te sientas más cómodo y satisfecho en tu trabajo.

7. No dependas del elogio externo: Descubre el poder del reconocimiento interno

Aunque es gratificante recibir el reconocimiento de tus compañeros y/o jefe por tu labor, te recomiendo fervientemente que no dependas siempre de ello, ya que podrías experimentar decepciones. Lo ideal es que seas tú quien más valore tus esfuerzos diarios y seas consciente de la importancia de tu trabajo, tanto para tu desarrollo profesional como para el éxito de la empresa en la que te desempeñas.

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