Redacción
Las inversiones de impacto ya tienen abiertas las puertas de América Latina, aunque queda camino para que esta se convierta en una verdadera oportunidad financiera en esta región. 130 empresas de más de 16 países latinoamericanos participaron en el primer estudio que aborda la situación actual de las inversiones de impacto en Latam realizado por Symbiotics, e InnovacionAL: “La inversión de impacto en América Latina, una mirada sobre el rol de las empresas”.
Para dos tercios de los encuestados, la inversión de impacto ya forma parte de su cartera de negocios. La mayor parte, el 71%, lleva trabajando en este sentido desde hace tiempo, mientras que el 29% asegura haberla incorporado recientemente a su estrategia empresarial. Los participantes, en su mayoría componentes de los departamentos de Responsabilidad Social Corporativa de las empresas o de la dirección general, indicaron que sus compañías realizan este tipo de inversiones atendiendo a criterios de RSE, frente a un bajo 16,2% que lo lleva a cabo únicamente por criterios financieros.
Las inversiones más deseadas, según el estudio, son aquellas que están vinculadas a la generación de empleo o a mejorar las fuentes de éste: desarrollo de microempresas, empleo juvenil, producción rural, etc. En cuanto al ámbito geográfico de actuación hasta ahora se centra en el mercado nacional, y las empresas muestran bajo interés en impulsar este tipo de inversión a nivel global. Y, por tipo de inversores, los que llevan trabajando más tiempo en este ámbito, se inclinan hacia activos de bajo riesgo o renta fija, mientras que, los recién llegados a este campo muestran menos aversión al riesgo.
Se trata, por tanto, de una inversión tomada más como un deber social que como una oportunidad financiera para obtener beneficios económicos, a la vez que genera un impacto positivo en la sociedad.
Una visión que los impulsores del estudio creen que perjudica el despegue de esta actividad: “La errónea idea de que no se puede cumplir con responsabilidades fiduciarias y objetivos de RSE, con un único producto, actúa como barrera a la captación de inversiones de impacto en Latinoamérica y a nivel mundial”.
La oportunidad de crecer económica y socialmente que ofrece este tipo de inversiones está haciendo un hueco a lo largo y ancho del mundo. ¿Caminamos hacia una economía más social?
