¿Qué se entiende por data-driven?
La expresión en inglés data-driven significa literalmente “impulsado por datos”.
Implica, como su propio nombre indica, la toma de decisiones basada en el análisis y la interpretación de los datos; un paso más allá de su mero almacenaje o recopilación a través de fuentes digitales.
La capacidad de disponer de enormes cantidades de datos hace que, bien analizados, puedan facilitar la comprensión de determinadas cuestiones relacionadas con los negocios o ser una ayuda en el diseño de planteamientos futuros.
Beneficios del enfoque data-driven
El hecho de poder tomar decisiones empresariales apoyadas en lo que dicen los datos presenta numerosas ventajas.
Veamos algunas:
- Experiencia de usuario. Cuestiones capitales para las empresas como la experiencia de usuario o la satisfacción del cliente se ven beneficiadas, puesto que, al disponer de información más aproximada sobre los gustos o tendencias de los consumidores, puede acertarse más a la hora de ofrecer bienes, servicios o productos más ajustados a sus preferencias.
- Precisión. Disponer de información más aproximada permite que los procesos de toma de decisiones sean más precisos al minimizar los potenciales o posibles errores al poder desarrollarse procedimientos más confiables e informados.
- Agilidad. La utilización de herramientas data-driven hace que tanto la eficiencia como la productividad aumente, lo cual genera también indirectamente un ahorro de tiempos significativo en la toma de decisiones.
- Ayuda en la toma de decisiones. Contar con análisis de datos adecuados puede ayudar a comprenderlos mejor. Asimismo, sirve para aumentar el grado de conocimiento del mercado y sus objetivos, así como -gracias al análisis predictivo- poder anticipar diferentes hipótesis a la hora de tomar decisiones. Además, contar con datos fiables también puede minimizar los riesgos.
- Reducción de costes. Si bien es cierto que suele aplicarse a la relación con clientes o al marketing, recopilar datos puede resultar positivo para todas las áreas de la organización. Entre otras cuestiones, puede incrementar la productividad (tanto de la plantilla como de la maquinaria, según el sector) o detectar costes innecesarios y optimizar los recursos disponibles.
Retos del data-driven
Aunque es cierto que existen ventajas en su aplicación, esta toma de decisiones basada en datos también debe hacer frente a una serie de retos en su implementación.
Veamos algunos
Mala calidad de los datos
Pese a que pueda parecer una obviedad, la toma de decisiones basadas en datos parte precisamente de esa premisa: disponer de ellos.
Que pueda contarse con datos inexactos o incompletos potencialmente genera que la información se almacene incorrectamente y, por consiguiente, las decisiones que se tomen a posteriori no sean adecuadas.
Ante esta situación, pueden auditarse de manera periódica los datos para minimizar estas posibilidades de error y aumentar así las garantías de integridad y precisión.
Alfabetización de datos
Otra premisa básica para una aplicación correcta de los datos es que los empleados dispongan de habilidades básicas para utilizarlas de manera adecuada. Ante esto, la formación se presenta como una potencial solución mediante recursos como seminarios y cursos que apuntalen el aprendizaje de quienes trabajan en la compañía.
Resistencia al cambio
Al margen de que pueda haber un mayor o menor grado de alfabetización en la plantilla, otro desafío es que los empleados puedan poner reticencias al cambio. Para ello, pueden comunicarse a la plantilla los beneficios que les puede reportar y vencer así las posibles resistencias que puedan surgir: conocer historias exitosas puede ser un ejemplo.
Integración fuentes de datos diversas
En este caso el reto se presenta ante la posibilidad de contar con numerosas fuentes de datos, cuya consolidación puede presentar problemas, tanto por la propia complejidad del proceso como por los recursos consumidos para la tarea.
Seguridad y privacidad
Como en otros muchos temas vinculados con la transformación digital, la privacidad y la seguridad son dos cuestiones especialmente sensibles. Para ello, al cumplimiento de las respectivas normativas vigentes o a la implementación de medidas de ciberseguridad para garantizar la protección de datos, se puede añadir la actualización periódica de protocolos de seguridad o llevar a cabo auditorías de privacidad de datos.