La semana pasada se reunieron en Gran Canaria más de 500 personas para avanzar hacia un futuro digital sostenible, inclusivo y resiliente en el que se preserven los de derechos humanos tanto online como offline. La OCDE ofreció el espacio de discusión y debate para trazar las líneas de trabajo de los próximos años. Una vez más ha mostrado su capacidad de generar consensos entre actores de distinta naturaleza en torno a principios y aspiraciones comunes.
La ‘Declaración Islas Canarias’ para un futuro digital confiable, sostenible e inclusivo sintetiza el resultado de meses de trabajo que culminaron en la semana ministerial organizada entre el 13 y 15 de diciembre en Gran Canaria. La IV reunión ministerial de economía digital celebrada hasta la fecha y la primera en Europa.
Recomendaciones de ciberseguridad
Una de las grandes prioridades de las políticas públicas hoy es la ciberseguridad tras la aceleración de la digitalización experimentada durante la pandemia y un aumento exponencial de la ciberactividad maliciosa. De ahí que se haya alcanzado un acuerdo entorno a cuatro recomendaciones, desarrollando un marco político amplio y coherente para abordar las vulnerabilidades y reforzar la seguridad digital que propicie la prosperidad. La pregunta de fondo es ¿cómo gestionar mejor los riesgos de la ciberseguridad incentivando la cooperación público-privada?
Se trata de un reto común que requiere un enfoque estratégico en el que todos los actores relevantes gestionen los riesgos de seguridad digital, cada uno en función de su papel, lo cual es un aspecto esencial para el funcionamiento y la transformación digital de nuestras economías y sociedades. Con estas recomendaciones se promueven la cooperación internacional y de múltiples partes interesadas centrándose especialmente en un enfoque basado en el riesgo y en ámbitos tales como la seguridad de los productos y servicios; la seguridad de las infraestructuras de comunicaciones; el tratamiento de la vulnerabilidad, la capacitación de los usuarios vulnerables y los países en desarrollo, y una respuesta coordinada a los incidentes, en base a una mejor comprensión de los incentivos económicos y la eficacia de los enfoques políticos en materia de seguridad digital.
Los derechos digitales en el corazón de la OCDE
Los derechos digitales, impulsado por el gobierno español, han ocupado un lugar central de las reflexiones en esta semana ministerial. Poner a las personas en el centro de la transformación digital significa también reforzar en la práctica el respeto y garantía de los derechos de las personas en su doble condición de ciudadanos y consumidores en un entorno especialmente complejo desde el punto de vista jurisdiccional y de aplicación.
La Carta de derechos digitales de España se ha confirmado como un marco de referencia mundial en esta materia. En este aspecto, se aboga por avanzar en una transformación digital “centrada en el ser humano y orientada a los derechos, con “fuertes protecciones para los datos personales, leyes y reglamentos aptos para la era digital, y un uso confiable, seguro, responsable y sostenible de las tecnologías digitales emergentes y la inteligencia artificial”.
Protección de la privacidad y flujos transfronterizos de datos
A su vez, hay que destacar el acuerdo alcanzado sobre el acceso por parte de los gobiernos a los datos gestionados por empresas privadas que pretende reforzar “la confianza en los flujos transfronterizos de datos personales mediante la creación de un consenso acerca de cómo las democracias de ideas afines protegen la privacidad y otros derechos humanos y libertades cuando acceden a datos personales en poder de entidades del sector privado con fines de orden público y de seguridad nacional.” Es, sin duda, un paso muy relevante para reforzar el intento de clarificar la situación del flujo de datos transfronterizos, especialmente entre Europa y USA.
Creación del Foro Global de Tecnología
La creación de un Foro Global de Tecnología fue también una de las sorpresas esperadas del encuentro. Será un foro de diálogo multipartito para prever y anticiparse a las oportunidades y riesgos que presenta la tecnología en el largo plazo. Y para ello, en este diálogo estructurado se podrán proponer las mejores políticas digitales, adecuadas a las implicaciones de tecnologías y modelos empresariales emergentes; compartir buenas prácticas para la gobernanza de las tecnologías; o generar confianza entre los participantes y fomentar enfoques comunes y coherentes basados en intereses mutuos y valores democráticos.
Las infraestructuras digitales: la columna vertebral de la digitalización
Por último, cabe destacar que las infraestructuras digitales siguen siendo la primera de las prioridades en la economía digital en todos los países. La conectividad es la columna vertebral de la digitalización. Y, por ello, durante la ministerial se hizo gran hincapié en cómo mejorar las condiciones de inversión y acelerar el despliegue de fibra y 5G en las distintas regiones del mundo.
De ahí que en la Declaración se destaca el compromiso de impulsar el acceso ubicuo a una conectividad mediante el fomento de la competencia y los incentivos a la inversión, unos marcos jurídicos y normativos sólidos y el apoyo a una gestión del espectro eficiente, transparente y previsible, orientada a los beneficios sociales y económicos a largo plazo. Para ello además, se subraya la idea de la necesidad de promover mercados más competitivos que favorezcan la innovación y los distintos modelos de negocio.
América Latina y la economía digital
En esta misma línea, se abordan las brechas digitales con el fin de garantizar que “todos y todas tengan las mismas oportunidades de participar, aprender, trabajar, explorar, innovar, contribuir y beneficiarse de la transformación digital”.
Telefónica junto Business at OECD organizó un workshop muy relevante al respecto centrándose en América Latina, considerada como una de las regiones más desiguales del mundo. Una expansión de la conectividad es, sin duda, una de las mayores aliadas para reducir las brechas en la región. En este workshop se puso de manifiesto el nivel de coincidencia en torno a los cambios fundamentales que se requieren en los marcos regulatorios latinoamericanos para aumentar la inclusión digital, en particular, para promover la innovación y los enfoques colaborativos, pero también para reducir sustancialmente las tarifas del espectro con el fin de ampliar la cobertura de las redes. Un reciente informe de la OCDE para la revisión de la política rural de Colombia asevera que no deberían fijarse precios excesivos para las licencias de espectro, de modo que éstas no maximicen los ingresos fiscales, sino que aumenten el bienestar general del país, dados los efectos indirectos positivos de la conectividad en otros sectores de la economía, aspecto que consideramos replicable para el resto de países.
El año 2023 será un muy relevante para América Latina. Se celebrará la Cumbre Iberoamericana en la que se prevé la aprobación de una declaración de derechos digitales y se prevé que se formalice la alianza digital Unión Europea América Latina que respalde los proyectos específicos que se desarrollen en el marco de la iniciativa Global Gateway. Esto dotará de contenido relevante a la Cumbre Unión Europea, América Latina y Caribe que se celebrará durante la presidencia española. Que organizaciones como la OCDE, SEGIB, CEPAL y la Unión Europea aúnen esfuerzos y remen en la misma dirección para trabajar con los países de la región puede ser un aspecto clave para la conectividad, la aceleración de la transformación digital, la atracción de la inversión y la contribución al desarrollo de la economía.
Global Gateway puede llegar a ser el instrumento que reactive estos lazos y ayude significativamente a proyectar y mantener en el tiempo esta alianza en el ámbito digital y que ésta tenga frutos positivos en distintos ámbitos, como: la convergencia de marcos regulatorios y políticos y el desarrollo de proyectos de digitalización específicos en base a alianzas público-privadas que contribuyan a la aceleración de dotación de infraestructura digital, de la transformación digital y, por ende, a la prosperidad de la región de manera significativa.