Se conocen más de 50.000 especies de crustáceos y aún quedan muchas por descubrir. Presentan gran variedad tanto de tamaño como de forma, ya que han tenido más de 500 millones de años para evolucionar y conquistar nichos ecológicos principalmente el medio acuático.
Tenemos desde las saltarinas pulgas de agua que vemos en playas hasta las famosas y caras especies de las marisquerías: langostas, centollos, bogavantes y las más asequibles gambas. Que yo sepa no hay de estas especies en Distrito Telefónica.
Los que sí abundan (aunque son difíciles de ver) son los graciosos y pequeños «bichitos bola» y las conocidas como «cochinillas de la humedad». Estos animales pertenecen al orden Isópodos, del griego –iso que significa ‘igual’ y -podo ´pies´: ´pies iguales´.
En todos los jardines podemos verlos, lo que representa un éxito ya que los isópodos son los únicos que han colonizado con propiedad el medio terrestre de entre todos los tipos de crustáceos.
Poseen el cuerpo aplanado dividido en segmentos. En cada segmento poseen un único para de patas y también poseen un par de apéndices en el extremo del abdomen.
Es difícil encontrarlos pues suelen estar en zonas húmedas, bajo la hojarasca o bajo piedras. Yo los he visto cerca del lateral de uno de los caños al lado del estanque y al lado de un árbol en la zona norte.
Las especies más comunes
Las dos especies más comunes y abundantes:
Bicho Bola Armadillium vulgare 10-12 mm de longitud
Cochinilla de la humedad Porcellio scaber 17-18mm de longitud