Nuevas formas de crear, nuevos entornos artísticos y nuevas maneras de consumir y de disfrutar del arte. La tecnología ha supuesto una auténtica revolución en nuestras vidas y el arte es una parcela más, incapaz de resistirse a sus encantos a sus infinitas posibilidades. Pero, ¿es posible tener una obra digital única? Si, si hablamos de criptoarte y Blockchain.
Arte digital y el coleccionismo millonario
Y es que la cantidad de dinero que mueve esta nueva corriente artística no es poco. En 2021 saltaba la noticia: Beeple, un artista digital saltaba a la fama mundial por la venta millonaria de su obra ‘Everydays – The First 5000 Days’ por 57 millones de euros. En aquel momento se convirtió en la tercera obra de arte más cara jamás subastada por Christie’s de un artista vivo.
No todas las obras digitales tienen tanta repercusión, pero este hito ponía esta disciplina en el mapa. Los compradores de estas piezas son consumidores muy familiarizados con las criptomonedas y pueden comenzar a hacerse con una colección de piezas interesantes por mucho menos que lo que costó la obra de Beeple. A partir de unos 600 euros es posible encontrar obras interesantes, sin necesidad de pertenecer a circuitos del arte y el coleccionismo más convencional y quizá algo más elitista.
Precisamente y siguiendo esta unión de criptoarte y blockchain, Telefónica lanzó en 2022 una colección de 114 NFTs asociada a una serie de 114 dibujos únicos en formato digital realizados por el chef Ferran Adrià, que representan la historia de la evolución culinaria.
¿Qué es el criptoarte?
Se trata de una nueva vertiente artística que utiliza las nuevas tecnologías para crear contenidos digitales únicos. No son solo ilustraciones. Dentro de esta categoría encontramos piezas en otros formatos como vídeos, música, poemas, e incluso un tuit. Y todas ellas pueden alcanzar cifras millonarias. Por ejemplo, el primer tuit de la plataforma superó los dos millones en una subasta, y en el panorama musical, en 2021 también, el dj 3LAU vendió el primer criptoálbum por más de 11,6 millones e inició una corriente que han seguido después otros artistas como Kings of Leon, Grimes o Shawn Mendes.
El criptoarte, también llamado cryptoarte o arte digital, utiliza la tecnología de los NFTs, de tal forma que cada obra de arte o creación artística se vincula a un NFT o Non Fungible Token, al igual que sucede con el uso de las criptomonedas. Estos NFTs son activos digitales basados en criptografía que certifican, por un lado, cada pieza como única e irrepetible, y por otro garantiza tanto la autoría como la titularidad de la pieza, permitiendo garantizar cada transacción que se realice con cada obra, y realizar un seguimiento en caso de ser necesario (por ejemplo, ante un robo o un fraude).
Criptoarte y blockchain, una relación segura
A través de los NFTs, se fija un certificado digital de autenticidad a cada pieza artística que la acompañará siempre y de manera indivisible. Esta información no se puede modificar ni manipular de ninguna forma. ¿Cómo es posible? Gracias al uso de la tecnología de bloques.
La tecnología blockchain funciona como una base de datos donde se registra toda la información referente (en este caso) a una pieza artística específica. Pero tiene una característica que la hace especial: es una base de datos compartida y descentralizada, en la que no interviene ninguna institución o intermediario, que crea un registro único y que a su vez genera unas copias sincronizadas que hace imposible que los datos se puedan manipular.
Ahí reside la potencia del blockchain como herramienta de seguridad. Por eso no importa que una obra de arte digital se pueda compartir y ver en redes sociales, impactar en todo el mundo o copiarse, tanto el creador como el propietario saben cuál es la obra original. Incluso si se hiciese una copia del original y se certificase con un NFT, esta segunda no podría ser nunca igual que el NFT de la obra original. De ahí que los coleccionistas apuesten cada vez más por este tipo de arte.
Seguridad para el sector del coleccionismo
El sector del coleccionismo y el mercado del arte digital han visto en el binomio crypto arte y blockchain un espacio interesante para impulsar. El arte digital ya tiene su lugar en el coleccionismo y ya hay inversores y coleccionistas que lo ven como una buena opción en la que apostar. Sotheby´s y la ya mencionada Christie´s ya lo han hecho, y con muy buenos resultados.
La novedad del mercado y la garantía de seguridad que ofrece la tecnología blockchain son importantes para que esta disciplina y para los coleccionistas, muchos de ellos acostumbrados ya al nivel de seguridad que ofrecen los tokens en el sector financiero: autenticación, seguimiento y trazabilidad, dando control a los creadores de sus obras, y a los propietarios la tranquilidad de saber que son poseedores de la pieza original, libre de falsificaciones, y en caso de robo, el seguimiento es sencillo.
Coleccionismo virtual y ciberfraudes
Es verdad que ningún ámbito del ámbito virtual está libre de ser atacado por los ciberdelincuentes. El coleccionismo virtual tampoco queda fuera de los objetivos de los ciberdelincuentes. Conocedores del auge de este mercado, lleno de piezas originales y exclusivas, las estafas suelen realizarse en forma de ingeniería social. El objetivo: obtener datos personales para acceder a las carteras en las que se guardan los activos digitales, como si fueran criptomonedas. La unión criptoarte y blockchain brinda un futuro muy prometedor tanto al mercado del coleccionismo como a los propios artistas y creadores.