Creo que todos tenemos claro que vivimos en un proceso de cambio continuo que no nos permite quedarnos quietos. Si no avanzamos, si no nos adaptamos, el día a día nos arrasa. Pero tampoco nadie discute que exprimimos los minutos del día al máximo y a veces es complicado encontrar 15 minutos en toda una semana.
Con esta misma reflexión, podría dedicar las próximas líneas a buscar la mejor manera de hacer una gestión eficiente del tiempo, cómo dejar de procrastinar, cómo aprender a priorizar y saber decir que no…
Pero soy de la opinión de que todas las personas con la motivación adecuada pueden cumplir sus propósitos, sin importar lo complejos que parezcan en un inicio.
Si lo que queremos entonces es encontrar unos minutos para formarnos, para ser capaces de evolucionar al ritmo que la sociedad nos exige, la clave está en tener claro qué es lo que queremos realmente. Porque no nos engañemos. Las personas que empiezan un curso, no lo hacen “para formarse” si no para tener más éxito profesionalmente, ampliar círculos (sociales y profesionales) y, por qué no, por el placer de seguir aprendiendo.
Así, mi objetivo es exponer, de manera fácil y ligera, algunos tips para encontrar una formación a tu medida.
Buscando objetivos
Empezaremos, como ya anticipaba, clarificando el verdadero objetivo que perseguimos con esa intención de formarnos. Según una reciente publicación de FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo), 5,5 millones de profesionales se formaron en 2022 con iniciativas gestionadas por su fundación. El tiempo medio dedicado a formación según el mismo informe es de 84 horas al año (considerando formaciones propias de las empresas y cursos subvencionados por FUNDAE). ¿Qué beneficios podemos esperar para destinar cerca de 8h/mes en formación?
- Mejora de habilidades / capacidades: la formación continua nos ayuda a actualizarnos en las nuevas tendencias que surgen en nuestro entorno, permitiéndonos así ganar en productividad y adaptabilidad
- Aumento de oportunidades: tanto si optamos por profundizar en un conocimiento que ya poseemos como si apostamos por adquirir nuevas habilidades, la formación nos abre nuevas puertas para seguir desarrollándonos dentro de nuestra actual empresa, pero también en el resto del mercado laboral.
- Networking: el hecho de relacionarte con personas de otras empresas / sectores, no sólo te permite adquirir una formación extra al aportar visiones diferentes a la del entorno más cercano, si no que además facilita nuevas futuras colaboraciones / oportunidades laborales.
- Crecimiento personal: numerosos estudios confirman que aprender cosas nuevas crea nuevos patrones neuronales que ayudan a su vez a generar nuevas conexiones cerebrales. Si, además, esto nuevo que aprendemos nos hace disfrutar (y así debería ser) nuestro cerebro genera dopamina, que es nuestro antidepresivo natural.
Qué debo preguntarme antes
Una vez está claro cuál es el objetivo que perseguimos con la formación, también es importante analizar la situación personal de cada uno.
¿Quieres formarte, pero te cuesta encontrar tiempo en la agenda? Busca opciones de “Microformación”. Las escuelas de formación cada vez son más conscientes de este problema y diseñan programas muy flexibles con sesiones cortas y que pueden consumirse a través de múltiples canales.
¿Tu problema viene por la disponibilidad presencial? Cuando no puedas comprometerte con una asistencia 100% presencial, busca modelos de formación híbridos o blended. Selecciona qué contenidos quieres consumir en qué canal y organízate con tiempo para poder cumplir con la planificación
¿Eres de los que valora más la práctica que la teoría? Busca programas que potencien la inteligencia colaborativa como fuente de aprendizaje. Recientemente, soluciones basadas en IA están ofreciendo también numerosas alternativas para fomentar la práctica en entornos digitales
10 ideas para seleccionar tu formación
Si llegados a este punto, aún sigues con dudas sobre cómo seleccionar la formación más adecuada, te dejo a continuación 10 ideas que espero te ayuden (9 tips + un bonus):
- Futuro. Piensa en grande. Visualiza tu “yo futuro” e identifica las principales habilidades en las que necesitas evolucionar. Enfócate en ellas
- Objetivo. Clarifica cuál es el objetivo que buscas con la formación y qué formatos son los que mejor se adaptan a ti y a tu situación actual
- Recomendaciones. Analiza las diferentes opciones (cursos y escuelas) que respondan a estos objetivos y déjate guiar por comentarios de antiguos alumnos
- Motivación. Planifica bien cada paso porque tan importante es empezar como mantenerse
- Acción. Busca poner en práctica pronto cada una de las cosas que aprendas. Así podrás valorar la practicidad de esos contenidos y redefinir tu itinerario si necesita ajustes
- Carrera. Valora las oportunidades que se te abren al aplicar nuevos conocimientos a tu experiencia
- Interés. Presta atención a las nuevas tendencias identificando las que te interesen más.
- Oferta. Una vez tengas claro lo que quieres cursar, busca opciones de becas o ayudas al estudio y modelos de pago flexibles para facilitar el acceso.
- Networking. Aprovecha la oportunidad de conocer gente que te enriquezca durante la formación. Mantén estos contactos una vez finalizado
¡¡El saber no ocupa lugar así que nunca dejes de aprender!!
