Inspiración y resiliencia
En el corazón de un nostálgico valle al norte del Perú, donde el sol besa la tierra y el viento susurra secretos entre los árboles de algarrobo, reside una comunidad de mujeres resilientes y emprendedoras. Sus manos, curtidas por el trabajo y el amor, cuidan con esmero de sus pequeños y traviesos polluelos, cuyo cacareo alegre rompe la quietud del amanecer en su pequeña granja.
Cada día, este grupo de mujeres tejen una red de solidaridad y fraternidad, demostrando que juntas pueden cumplir sus sueños. Su pequeña granja es esa chispa que enciende la llama hacia un futuro mejor, el motor de una transformación que ya se vive en la comunidad “Monte Castillo”, un centro poblado rural que se ubica en la margen derecha del río Piura.
Estas madres emprendedoras son referente del esfuerzo y compromiso de su comunidad: Todo empezó en el año 2023, cuando conocieron a un grupo de voluntarios de Telefónica (liderados por Francis Ayala y Gonzalo Augusto) y de Choice Humatirarian. Juntas, diseñaron el proyecto “Empoderando sueños”, una iniciativa que se enfocó en el empoderamiento laboral, la autonomía económica, capacitaciones sobre seguridad y autoestima, y el desarrollo de habilidades productivas y empresariales de las mujeres de la comunidad.
Mediante diversas sesiones y talleres brindados por los Voluntarios de Telefónica, estas madres en situación de pobreza extrema tomaron conciencia y apostaron por transformar su realidad. Es así que aprendieron técnicas sobre crianza de animales de granja, habilidades sobre administración, finanzas, contabilidad, producción y comercialización, así como en el uso de tecnologías digitales aplicadas al negocio avícola.
El pitazo inicial consistió en la compra de pollitos, sacos de alimentos balanceados y la construcción de un galpón para aves con mallas, bebedores y focos. Con el tiempo, el proyecto fue evolucionando y ahora el galpón cuenta con capacidad para criar a más de 500 pollitos. Además, en la pequeña granja se implementaron bebederos automáticos y paneles solares para los focos y el termómetro digital (con el que se regula la temperatura del corral).
Todas estas mejores permitieron que el índice de mortalidad de los animales se reduzca, pasando de 15% al inicio del proyecto, al 3%, actualmente. También se suma a ello una mejor gestión y control sanitario con vacunas y ayuda de veterinarios voluntarios.
“Ya no dependemos de las temporadas de uvas o de mango para contar con un trabajo y sostener a nuestras familias. Esta granja nos ayuda a generar ingresos incluso en épocas agrícolas difíciles, permitiéndonos ver a nuestros hijos y ser más independientes económicamente”, destaca Carmen Cárcamo, una de las madres beneficiarias.
Sueños y actitud
Las historias de las madres de “Monte Castillo” se cimentan desde un punto común: sus ganas de emprender y salir adelante. De aprender y mejorar su calidad de vida. De garantizar un mejor futuro para sus hijos y sus familias. Estas madres de familia no solo han logrado gestionar un galpón comunitario, sino que han demostrado que con esfuerzo, unión y determinación pueden pasar de la incertidumbre a la autonomía.
El 2024 fue un gran año para las madres y su pequeña granja. Lograron vender más de medio millar de pollos: un hito en la producción de carne y huevos en “Monte Castillo”. Cada gallina, cada huevo, es símbolo de la independencia, autonomía y logro de este grupo de mujeres. De su destreza, fortaleza, compromiso, resiliencia y esperanza, en medio de casas de esteras, madera y ladrillos.
“Empoderando sueños” ha generado un impacto significativo en esta comunidad rural: ha creado un eje dinamizador de la economía y se ha convertido en un referente de éxito en la región. “Somos madres que no nos damos por vencidas, todas intervenimos. Esto ha generado que otras comunidades quieran replicar lo que hacemos. Pronto nuestros conocimientos en la crianza de aves serán parte de otras historias de éxito. Y eso también nos entusiasma y enorgullece”, resalta la señora Carmen.
En la vida, hay pequeñas acciones que tienen un impacto enorme. Y enormes personas que amplifican ese impacto, como la señora Carmen y sus compañeras del proyecto “Empoderando sueños”.
La transformación comienza con gestos, actitudes firmes, conexiones humanas y grandes sueños. Un mundo mejor conectado con solidaridad es un mundo más humano. Y conectando la vida de las personas y de sus sueños, se crea un mundo mejor.
Conectar para soñar
El Programa de Acción social y Voluntariado de Telefónica es una herramienta poderosa para generar impacto social. Los voluntarios que participaron en el proyecto “Empoderando sueños” han brindado sus conocimientos, tiempo, esfuerzo y dedicación. (Además de una maravillosa oportunidad a esta comunidad de madres).
Éste es uno de los ejemplos de las acciones y proyectos que promueve y canaliza la participación solidaria de los voluntarios de Telefónica, haciendo realidad su vocación de agentes de cambio, y poniendo sus capacidades al servicio de la sociedad para combatir la vulnerabilidad social y digital. El programa de acción social y voluntariado de Telefónica es hoy una de las principales iniciativas de voluntariado corporativo en el mundo, con más de 58.000 empleados participantes y 1,4 millones de personas beneficiadas en 30 países.