Sofía Montes Díaz-Rato – RC y Sostenibilidad
Hay millones de mitos y teorías acerca de la generación millenial (los nacidos entre 1981 y 1995). “La futura generación de consumidores” los llama Forbes, “La generación que está a punto de cambiar la forma de la economía” dice el Washington Post. Pero ¿qué hay en esas cabezas? ¿De verdad ha cambiado tanto la forma de pensar de una generación a otra?
Parece una obviedad, pero el último estudio de ManPower “Las carreras profesionales de los Millennials: Horizonte 2020” ha demostrado que el 91% de los millenials dan prioridad al salario a la hora de elegir un trabajo. Esta afirmación pone en entredicho la teoría que argumentaba que los millenials dam más importancia a un buen ambiente de trabajo que a unos salarios altos. La realidad (empíricamente demostrada gracias al estudio) demuestra que a los jóvenes también les preocupa tener unos sustanciales ingresos a final de mes.
Para esta generación, la estabilidad laboral se entiende como la estabilidad de su carrera profesional: priorizan la trayectoria en lugar del puesto de trabajo y aunque saben que en ocasiones están sobre cualificados para ejercer un puesto de trabajo, aceptan la designación si entienden que existen posibilidades de promoción dentro de la empresa.
El miedo y la incertidumbre no parecen haber desaparecido del lenguaje millenial pues aunque el 51% de los encuestados (19.000 personas de 25 países) confesaron creer que volverían a encontrar un empleo similar o mejor que el que actualmente tienen en un plazo inferior a tres meses.
Prácticamente todos los jóvenes equiparan en importancia el salario percibido con la seguridad laboral (91%) pero también son muy exigentes con el tiempo de ocio (90%): la búsqueda de una vida balanceada en la que se pueda disfrutar del tiempo libre también es tenida en cuenta a la hora de escoger el puesto de trabajo por lo que se deduce que la principal diferencia entre los millenials y el resto de generaciones, es que los millenials apuestan por la conciliación; Necesitan conciliación, una vida enla tengan tiempo para trabajar, para dormir y para disfrutar de su tiempo de ocio.
«La búsqueda de una vida equilibrada en la que disfrutar del tiempo libre»
Los millenials vivieron y/o nacieron durante el esplendor económico, durante la opulencia; pero han sido ellos quienes han visto cómo personas con gran poder adquisitivo lo perdían todo de la noche a la mañana. Ahí radica la diferencia de mentalidad: las prioridades son distintas y la inversión de sus ingresos también lo es.
La importancia de la formación continua:
Lo bueno de esta generación es que cree en el reconocimiento del esfuerzo personal: cuanta más formación, mejor preparación y cuanta más preparación, mejor empleo y mejor sueldo. Por eso, el 69% de los encuestados, asume que debe reciclarse constantemente para no “quedarse atrás” y valoran muy positivamente el nivel de formación que las empresas puedan brindarles. Es cierto que dentro de sus prioridades estarían dispuestos a sacrificar su dinero y su tiempo de ocio para el mismo fin pero el 83% afirma que la formación influye a la hora de elegir una empresa en la que trabajar.
El 75% de los jóvenes en activo trabajan a jornada completa pero la mitad están dispuestos a trabajar en horarios más flexibles, más del 85% de los jóvenes aprecian la flexibilidad laboral como otra razón por la que elegir su puesto de trabajo.
Los millenials somos defensores de la tecnología y de todas las opciones que nos brinda. La facilidad de estar conectados y tener acceso a toda la información en cualquier parte nos hace más rápidos y optimiza nuestras tareas. Por ello, necesitamos entornos laborales que se adapten, que entiendan nuestra forma de trabajar y que no estén marcados por un horario estricto sino por la consecución de objetivos.
«Necesitamos entornos laborales que se adapten a las facilidades que nos brinda la tecnología»
Pero tampoco sería justo que la generación más preparada de la historia tenga que conformarse con contratos precarios y sin ningún tipo de reconocimiento profesional. Los jóvenes, han cumplido, se han formado ahora es parte de las empresas darse cuenta de su nueva visión, valorarlos y reconocerlos.