Este es el último post de la trilogía sobre cómo puede contribuir activamente nuestro sector a los nuevos objetivos de desarrollo sostenible, recientemente aprobados. Puedes acceder a los anteriores aquí y aquí. Echemos un vistazo a las últimas de estas metas para dilucidar el papel potencial de las TIC para lograrlas en un futuro próximo.
Como la población mundial sigue creciendo y una gran parte de las personas se están mudando a las ciudades, tenemos que encontrar la manera de que estas sean más sostenibles, más seguras y más inclusivas. Las TIC contribuyen a este resultado gracias a unos servicios y productos innovadores y ecológicos y a la digitalización de los servicios públicos. Este es el concepto de las Smart cities, pero también el desarrollo de servicios específicos que pueden ser útiles a la hora de administrar los servicios públicos, y que consisten en ofrecer a la población urbana mejores soluciones, como la movilidad inteligente o la atención ciudadana online. Para ser más eficaces a la hora de obtener resultados, debemos trabajar en este ámbito con una perspectiva multisectorial en la que los sectores privado y público trabajen mano a mano, sin olvidar las necesidades de los ciudadanos. Esta meta está relacionada también con la meta 3 (salud y bienestar), la meta 6 (agua, saneamiento e higiene), las metas 7 y 3 (medidas relacionadas con la energía y el clima) y la meta 12 (consumo y producción responsables), pues todas ellas tienen evidentes efectos en las áreas urbanas y en la forma en que se administran.
Meta 12: Consumo y producción sostenibles
Parece lógico garantizar un consumo y una producción sostenibles, ya que los recursos del planeta no son infinitos. Las tecnologías inteligentes pueden permitir un uso mejor y más eficiente de nuestra producción, y también de nuestro consumo, gracias a la implementación de herramientas digitales de gestión y servicios de monitorización, como las soluciones relativas a contadores inteligentes o a edificios inteligentes, que permiten una mejor gestión, una reducción de costes y unos servicios más sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor económico, desde la producción hasta la entrega de todos los servicios que ofrecemos a las personas y con una perspectiva a largo plazo.
Con el evento COP21 programado para diciembre de 2015, esta meta es enormemente importante en la agenda política global, y en la mayor parte de foros, como la UIT o la OCDE, por ejemplo, están trabajando en esta cuestión. Las TIC inteligentes y las TIC ecológicas son parte de la solución para combatir y reducir el cambio climático. La digitalización puede ser útil para recopilar los datos relevantes, predecir cambios potenciales, con ayuda de las aplicaciones de big data, y monitorizar la mayor parte de los servicios y datos meteorológicos. Las TIC son fundamentales también para la prevención y la recuperación de las catástrofes climáticas, y la UIT está totalmente implicada con los operadores también a este respecto.
Utilizar los océanos y recursos marinos de forma sostenible debería ser el objetivo de todas las personas, para evitar la contaminación y fomentar la conservación de la vida marina, que es uno de los tesoros del planeta. Las TIC están contribuyendo a una mejor protección del mar y los océanos, y a que podamos obtener datos útiles sobre su estado, gracias a la monitorización constante y a la recopilación de datos, y también a un mejor análisis de lo que pasa en los ecosistemas oceánicos gracias a las aplicaciones de big data. La UNESCO es muy activa en este ámbito, a través de la COI (Comisión Oceanográfica Intergubernamental), que coordina la observación de los océanos, realiza una monitorización mediante el Sistema Mundial de Observación de los Océanos y desarrolla una red unificada que aporta información e intercambia datos sobre los aspectos físicos, químicos y biológicos del océano. Los gobiernos, las industrias, los científicos y el sector público utilizan esta información para tomar medidas relativas a las cuestiones marinas.
Proteger la tierra en la que vivimos debería ser una meta no solo global, sino personal de cada uno, pues la tierra solo se la tomamos prestada a las generaciones venideras. Las TIC juegan también un papel fundamental en este ámbito, muy vinculado a las metas 6, 7 y 13 (iniciativas climáticas y energéticas) y a la 14 (protección de mares y océanos). Las TIC y los nuevos servicios derivados del big data contribuyen al uso sostenible del ecosistema terrestre y a prevenir la pérdida de biodiversidad, pues permiten monitorizar, analizar y prevenir mejor las pérdidas y catástrofes ecológicas.
Las TIC sirven también para realizar una decidida defensa de unas sociedades más inclusivas, basadas en la paz y la justicia, pero también en unas instituciones fuertes, y todo ello mediante los servicios inteligentes, unos servicios de comunicaciones mejorados, un mejor acceso a la información y a la educación y unos niveles más elevados de transparencia para una mejor gobernanza.
La última meta consiste en un enfoque multisectorial y en establecer una cooperación eficaz entre todos los agentes, desde las instituciones públicas hasta las empresas privadas, pero también los ciudadanos. Debido al efecto transversal de la digitalización, las TIC también tienen espacio en este ámbito para incrementar la eficacia e intercambiar información de forma más eficiente, monitorizar el cumplimiento de todas las metas e incluso analizar los efectos potenciales positivos de su implementación.
Tras revisar todas estas metas con una perspectiva global, está claro que las TIC son un activo ineludible para lograr los nuevos objetivos de desarrollo sostenible y para satisfacer las necesidades económicas y sociales para que la Tierra tenga un futuro mejor. Esto se debe a los efectos transversales de las TIC y a la nueva realidad en que vivimos: estamos entrando en una sociedad verdaderamente digital, pues la digitalización está presente en todos los aspectos de nuestras vidas y de nuestros modos de producción, y va desde el acceso a la comunicación y a la información hasta la monitorización y el análisis de datos, pasando por la posibilidad de producir unos datos más útiles y eficientes para llevar a cabo unas políticas públicas mejores.
A modo de conclusión, podemos mencionar el interesante informe realizado recientemente por Ericsson y el Earth Institute de la universidad de Columbia, que muestra cómo las TIC pueden hacer que los objetivos de desarrollo sostenible se logren más deprisa, así como el trabajo continuo que la IUT realiza en este ámbito, que cuenta con un hashtag específico,#ICT4SDGs, para seguir en detalle todas las iniciativas de dicho ámbito. Pero no son las únicas, y en toda la comunidad TIC estamos ya trabajando intensamente para lograr estas metas, pues tenemos claros los efectos potenciales positivos que generan las nuevas tecnologías y las nuevas vías de comunicación.
¡Trabajemos juntos para hacer que estas metas se hagan realidad!
—–
* Post publicado originalmente en el blog Public Policy de Telefónica.