Sofía Montes Díaz-Rato – RC y Sostenibilidad
El cambio climático significa un riesgo para nuestra salud. Para combatirlo, Organizaciones Intergubernamentales, Gobiernos, empresas, ONGs y comunidades, entre otros, están llevando a cabo diversas acciones, pero aún falta camino por recorrer.
Una de las consecuencias del cambio climático, es la alteración de variables como patrones de precipitación y temperaturas que favorecen la expansión de vectores transmisores de enfermedades. Una prueba de esto es la aparición de un brote agudo del virus del Zika a finales de 2015 en regiones muy poco habituales y favorables a la propagación de la enfermedad, ya que la idoneidad medioambiental del virus del Zika es propia de regiones tropicales y subtropicales.
Los efectos del cambio climático nos afecta por tres vías distintas: a través de las variables meteorológicas (como el calor y las tormentas) de forma directa; a través de los sistemas naturales como los vectores de enfermedades de forma indirecta y a través de vías muy condicionadas por los sistemas humanos (por ejemplo, la desnutrición).
Los más afectados de las consecuencias del cambio climático son los niños, los ancianos, las personas con virus de inmunodeficiencia humana, los migrantes, los pueblos indígenas, las personas que viven en pobreza y las mujeres (más aún si están embarazadas).
El aumento de la temperatura, la variación en los patrones de precipitaciones, inundaciones, tormentas, entre otros, dan lugar a cambios en los ecosistemas que determinan la aparición de ciertas enfermedades. Esto lleva a variaciones en la propagación geográfica y una mayor expansión y transmisión de enfermedades. Por ejemplo, las condiciones que benefician la transmisión del dengue están llegando a nuevas zonas.
También provoca un aumento de la mortalidad debido al calor, además de una media anual de 22 millones de personas desplazadas como consecuencia de desastres de origen climático o meteorológico que hacen imposible vivir en sus zonas habituales. Esto provoca una mayor vulnerabilidad a las enfermedades y una gran dificultad para recibir atención médica.
Se ven repercusiones en la producción de alimentos (las inundaciones y sequías resultan en desnutrición), las tasas de migración y la capacidad de las personas para trabajar en condiciones meteorológicas extremas. Existen otros factores que afectan la salud como las condiciones ambientales, la infraestructura social, la capacidad del sistema de salud pública y las medidas de adaptación.
Se calcula que para 2030, especialmente en las poblaciones más vulnerables, habrá un aumento de la desnutrición, el paludismo y las enfermedades diarreicas e infecciosas, transmitidas por vectores y por el agua y la mortalidad causada por el calor. Se habla de 48.000 muertes anuales por diarreas y 60.000 por paludismo.
Aunque no te lo parezca, el cambio climático está cerca de ti. ¿Vas a hacer algo para frenarlo?