Redacción
Un ejemplo son los Smart meters o contadores inteligentes de electricidad que permiten la discriminación horaria y la telegestión, que en España, por ley, serán sustituidos por los antiguos contadores antes del 31 de diciembre de 2018 según la legislación vigente. Con este nuevo sistema se consiguen ventajas como pagar por el consumo real mes a mes, ya que los datos se obtienen en tiempo real y dejan de tener sentido las estimaciones. Otra de las ventajas es que gracias a la discriminación horaria, se puede comprobar en todo momento el período en que te encuentras y asegurarte de que no realizas incorrectamente tus consumos.
Así mismo, cada vez existen más edificios inteligentes o “smart buildings” que hacen que la eficiencia energética sea mayor. Por ejemplo en Telefónica en España existe un servicio llamado Inmótica que optimiza el consumo de energía en la iluminación y climatización a través de sensores de temperatura, luz o presencia y sistemas de control de dispositivos a través de la red. Es uno de los proyectos más avanzados de Europa en su género, con unos ahorros energéticos que pueden superar el 25%.
Las aplicaciones móviles o “green apps” no se quedan atrás tampoco a la hora de contribuir a esta causa y podemos encontrar algunas que ya han sido desarrolladas:
- Simulador de eficiencia energética: desarrollado por Unión Fenosa, pone a disposición de los cliente un asesor energético con el que conocer como es nuestro consumo, cómo cambiarlo y cuánto podemos ahorrar.
- Verde: con esta aplicación podemos guardar las facturas eléctricas de los usuarios y calcula lo que podríamos ahorrar haciendo unos cambios en nuestros hábitos de vida del hogar.
- Energy Saver y myUse: podremos analizar y medir el consumo energético del hogar, tanto del agua, como de electricidad y gas.
- Carbon: esta app está destinada a calcular aproximadamente las emisiones de CO2 que provocamos cada día con nuestras actividades en el trabajo y en el hogar. Además nos plantea alternativas al transporte en coche y nos plantea objetivos de emisiones a la semana, mes o año.
Pero además, las nuevas tecnologías también pueden aplicarse para realizar una mejor gestión del agua. Por ejemplo, existen empresas que ya ofrecen servicios de telegestión inteligente de contadores de agua y, en España, ya se han empezado a aplicar alguno de estos sistemas de gestión inteligente con el que los ciudadanos podrán tener información sobre consumo, presión y calidad del agua y poder disponer de esos datos en sus teléfonos móviles.
Otros modos de ahorro de agua a través de las TIC son los sistemas de riego automáticos para parques y jardines o el sistema de aprovechamiento de aguas pluviales, con el que podemos aprovechar el agua de los tejados a través de la canalización para usos como el riego del jardín, relleno de cisternas de WC, limpieza de exteriores de la vivienda o limpieza de coches.
Por último, si deseas saber más información sobre las tecnologías que nos permiten un uso inteligente del agua, puedes consultar este documento de la UIT en el que nos hablan sobre “Smart water management”.
Si conseguimos llevar a cabo todos los consejos expuestos anteriormente conseguiremos un gran ahorro de energía y agua en nuestros hogares y de este modo lograr no sólo una bajada de nuestras facturas sino también estaremos ayudando a una mejor conservación de los recursos naturales de los que disponemos.
