El mundo interconectado es una realidad inapelable que vivimos todos los días. Desde el smartphone hasta el coche o el reloj nos abren un universo de información, apoyos y posibilidades. Entre los logros del desarrollo tecnológico encontramos un fenómeno que marca parte de su historia: el software libre y la colaboración entre los desarrolladores.
El ser humano es un ser social, según la definición de Aristóteles hace más de dos mil años. La colaboración ha sido esencial para el progreso, y en la tecnología el código libre, de alguna manera, representa cómo la colaboración atraviesa los avances más llamativos. En el ámbito del software, la colaboración es una de las fuerzas que mueve la innovación.
En este sentido, el software libre no sólo ha democratizado el acceso a la tecnología, sino que también fomenta una cultura de participación y contribución, donde cada individuo tiene la oportunidad de aportar y beneficiarse del conocimiento colectivo.
Transparencia inclusiva
Ya que las distancias físicas se han desdibujado y las barreras lingüísticas se superan, el software libre se convierte en un puente que une a personas de diferentes culturas, países e historias, de modo que la inclusión y la diversidad en el proceso de creación tecnológica se consolidan en un contexto muy complejo.
El software libre representa una filosofía que aboga por la libertad de uso, estudio, modificación y distribución de programas informáticos para todos. Ha revolucionado la industria tecnológica y transformado la forma en que interactuamos con los programas informáticos. De hecho, el mundo de las webs vive una ola de openness.
El software libre se refiere a programas informáticos cuyo código fuente está disponible para que cualquier persona lo estudie, modifique y distribuya libremente. A diferencia del software propietario, que restringe estas características, el software libre promueve la transparencia, la colaboración y el acceso equitativo a la tecnología.
A lo mejor no sabías que aplicaciones que quizá usas a diario son de código abierto. El sistema operativo Linux, el navegador web Mozilla Firefox y la suite LibreOffice. Muchos desarrolladores usan el sistema operativo Linux para adquirir experiencia y poner a prueba un estilo de colaboración que lleva más de 20 años en activo.
¿Cómo lo usamos?
Las aplicaciones del software libre abarcan un abanico de campos, desde sistemas operativos hasta herramientas de productividad y aplicaciones móviles. Su naturaleza flexible y personalizable las hacen óptimas para adaptarse a las necesidades específicas de los usuarios y las organizaciones.
Además, el software libre fomenta la innovación al permitir que una comunidad global de desarrolladores contribuya y mejore continuamente el código.
Entre las ventajas del software libre se encuentran la mejora de seguridad, los precios de las aplicaciones que lo usan también son más económicos, independencia de proveedores y un mayor grado de personalización.
Conocimiento colectivo
Al utilizar software libre, las empresas, organizaciones o instituciones pueden evitar las restricciones de licencia y costes asociados, al mismo tiempo que mantienen el control total sobre sus sistemas informáticos. Gracias a ello, muchas tecnológicas han creado fundaciones o comunidades para compartir sus conocimientos.
Con el crecimiento de la Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial, la demanda de software abierto y colaborativo parece que seguirá aumentando. No es descabellado pensar, por eso, que generarán avances importantes en distintos campos, que van desde la educación, el diseño, la creación de contenido o la salud.
La colaboración en el desarrollo de software, como lo es el código abierto, ha demostrado ser un catalizador para el progreso tecnológico. A medida que el mundo se vuelve cada vez más complejo, los esfuerzos colaborativos entre desarrolladores, universidades y organizaciones están ejerciendo un papel esencial en la creación de soluciones eficaces.
La era de la colaboración
Aunque sean dos términos complementarios, software libre y colaboración entre desarrolladores no son iguales. El código abierto a menudo implica colaboración entre desarrolladores, mientras que no todo el software colaborativo es necesariamente de código abierto.
Por ejemplo, existen proyectos de software en los que distintos equipos colaboran en su desarrollo, pero el código fuente puede encontrares cerrado y no disponible públicamente. Lógicamente, el software de código abierto es, por definición, colaborativo, ya que depende de la contribución de una comunidad de desarrolladores para su crecimiento.
La colaboración en el desarrollo de software se ha convertido en la norma en lugar de la excepción. La proliferación de plataformas de código abierto, foros y comunidades de desarrolladores ha facilitado la cooperación a escala mundial. Esta mentalidad ha producido proyectos de software de alta calidad, que mezcla ideas de expertos de todas partes.
Los éxitos más llamativos
Un ejemplo destacado de los beneficios de la colaboración en el desarrollo de software es OpenAI, una organización de investigación en inteligencia artificial dedicada a avanzar en esta tecnología. Seguro que su nombre te resulta familiar, ya que su modelo de generación de texto ha marcado un antes y un después en la historia de la tecnología.
Fundada en 2015, OpenAI ha reunido a algunos de los mayores especialistas de la inteligencia artificial y ha conseguido que tanto multinacionales como particulares la usen para sus trabajos, para la investigación o para transformar el lenguaje natural en código.
Otros proyectos de éxito
Uno de los logros más destacados de OpenAI es el conocido Chat GPT, un modelo de lenguaje de generación de texto que ha revolucionado la forma en que interactuamos con la tecnología. TensorFlow, que ha desarrollado Google, es una biblioteca de aprendizaje automático de código abierto que también está cambiando el sector de la IA.
WordPress es otro ejemplo de cómo el código abierto impulsa la innovación en el sector del desarrollo web. Este archiconocido sistema de gestión de contenidos se basa en código abierto, lo que significa que su código fuente está disponible para que la comunidad de desarrolladores contribuya a su expansión.