¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Pues llevo ya casi 12 años, pero la verdad es que parece que fuera ayer cuando Enrique Blanco me estaba leyendo la cartilla en nuestro primer café para orientarme en la casa.
Mi primer contacto con Telefónica fue en un Top 150 que hubo en Brasil en diciembre de 2010, donde fui invitado a dar una charla de ciberseguridad, y el 1 de febrero de 2012 comencé en Wayra lanzando el programa Talentum. El resto ha sido un viaje de experiencias increíbles, montañas rusas, nuevos proyectos y más cambios.
En 2013 arrancamos con ElevenPaths, en 2015 fusionamos ElevenPaths y el vertical de Ciberseguridad de Telefónica Digital y entré en Telefónica Business Solutions. Al año siguiente Telefónica me ofreció ser Chief Data Officer y comencé una nueva etapa ocupándome de un proyecto precioso como es la cuarta plataforma (ahora Kernel) y de la creación de LUCA, entre otras iniciativas. En noviembre de 2019 nuevo cambio para ocuparme de la tecnología digital y las plataformas de cliente, y ahora además con Open Gateway, Wayra y los equipos de desarrollo de Telefónica Innovación Digital.
¿Ha sido un viaje o no? Para mí ha sido intenso, precioso, retador y no siempre fácil. Pero desde luego no cambiaría estos doce años en una empresa como Telefónica por nada.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecho u orgulloso?
De todos. De los de éxito y de los de fracaso. Nadie sabe cómo será el futuro, y cuando haces tecnología e innovas siempre hay que vivir con la emoción de saber que puede ir a un lado como a otro. Me siento orgulloso de todos, de ElevenPaths y todos sus productos, del programa Talentum en su momento en Wayra, de LUCA, de Kernel, de HaaC, del trabajo del equipo de Tuenti en evolucionar su maravilloso cloudphone en Novum, de Aura, de los proyectos de innovación, de las patentes. De haber trabajado en Wayra llevando becarios, de luego ver cómo ElevenPaths y LUCA se convertían en parte de ese pedazo de empresa que es hoy en día Telefónica Tech.
Yo vengo a trabajar con ilusión todos los días a Telefónica, con el afán de hacer cosas sabiendo que cuando haces muchas es más fácil que alguna salga mal, pero como le digo a mis compañeros: “Un telefónico en innovación tiene que hacer muchas cosas y mayormente acertar”.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
A mí me cambió la vida. El día que ví a Julio Linares le di un abrazo y le dije: “Gracias por Infovia”. Y es que el día que la tarifa plana de Infovía apareció, una generación de entusiastas de Internet y la tecnología con bajo poder adquisitivo, pudimos conectarnos a la red. Ese día Telefónica puso a España a la cabeza de conexiones en Internet y a mí me cambió la vida. Pero no ha parado de hacer eso.
Cuando alguien se enfada en las redes sociales con nosotros y echa pestes por no tener fibra o cobertura en su casa en España contra nosotros, yo siempre le digo a mis compañeros que es normal. Todo el mundo sabe quién es el que más ha invertido en “alicatar” de conectividad este país de arriba abajo. Ésa es Telefónica, una empresa que cambia el futuro de un país y de una sociedad por el impacto de lo que hacemos.
¿Dónde ves a Telefónica en el futuro?
Veo una Telefónica adaptada a la evolución tecnológica. Como ha hecho siempre. El 90% de los ingresos de nuestra compañía vienen por servicios que no existían hace 20 años. Redes nuevas que ha habido que crear. Servicios nuevos que ha habido que construir. Plataformas desarrolladas que no existían.
Telefónica es una compañía que va a cumplir 100 años y eso no pasa por casualidad. Es porque ha sabido competir en la evolución tecnológica, se ha adaptado, y ha cambiado sus activos constantemente. Siempre me suelo acordar de grandes empresas que lo eran todo en mi mundo y desaparecieron sin cumplir los 25 años de vida.
Así que veo a una Telefónica siendo más relevante en el mundo del futuro gracias a que se ha adaptado mucho mejor al mundo digital, con redes softwarizadas, programables, gestionadas con IA, con servicios digitales sacando partido de nuestras capacidades, con personas disfrutando sus vidas gracias a estar más y mejor conectadas con sus seres queridos, y a empresas creciendo gracias a la tecnología y las comunicaciones que aportan desarrollo a la sociedad. Como siempre ha hecho Telefónica.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Podría vivir. Pero me faltarían cosas. Creo que las personas son lo más importante. Y aunque soy muy disciplinado en mi trabajo y me conecto todos los días, también se dejarlo aparte. No estoy nada enganchado.
Disfruto de amigos, de mis niñas. Mi hacker de 15 años que me tiene loco, y Mi Survivor que ahora hace 10 que sabe más que los ratones colorados y me la cuela siempre.
Creo que la tecnología nos permite tener mejores formas de trabajar, mejores formas de vivir, nos da más cercanía con las personas que están lejos, pero no cambio un abrazo, un beso, una charla con una cerveza o un día en el campo con amigos por una vídeo conferencia ni de broma. Adoro la tecnología, sí, pero más a las personas.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
Por favor, que levante la mano al que le gusta la tortilla sin cebolla que lo hackeo. La única tortilla sin cebolla permitida es la de Betanzos, el resto con cebolla. Si no, es mazacote. La de Betanzos es otra cosa. En Galicia saben comer bien y cosas buenas, y esa tortilla merece un reconocimiento en el libro Guiness de los récords como la única tortilla sin cebolla a la que no se puede decir que no nunca. Ni después de haber comido. Todas las demás, con cebolla, por favor. Ahí, Chicote y yo lo tenemos claro.
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Pues serían muchos. Me gustaría ver Telefónica por los ojos de Denise Sayuri que tiene un alma especial, o por Andrea Folgueiras que tiene una energía que es motor para muchos, o por los de Cristina Burzaco, que es siempre un hombro en el que apoyarse cuando hay un problema, con los ojos de Luis Prendes que sufre y vela por nosotros. O por los de algunos de nuestros técnicos de red del NOC de Aravaca que se baten el cobre en los momentos duros de caídas, o en la pandemia. Paso por delante y me da hasta respeto. Pero también me gustaría verlos por los ojos de los jóvenes hackers de los centros de operaciones de Telefónica Tech en Hispam. Cuando piensas en la magnitud de esta compañía es imposible no sentirse pequeño y saber que a pesar de llevar doce años hay mucho que no sabes y no ves.
