Así que, estas siglas, que sin contexto parecen indescifrables, no son más que un método de pago denominado «Buy Now Pay Later» (BNPL) que ha ido ganado popularidad entre los consumidores españoles, gracias a ser una alternativa eficaz para afrontar gastos y gestionar mejor las finanzas personales.
Hasta ahora, suena genial, ¿verdad? Pero, ¿qué hay detrás de esta tendencia y cómo afecta tanto a los compradores como a los vendedores?
¿Qué es el Buy Now, Pay Later?
El BNPL es un sistema de pago que permite a los consumidores hacer compras y pagar por ellas en plazos, generalmente sin intereses si se cumplen con los plazos. Este método ha sido adoptado por numerosas empresas de comercio electrónico, como Klarna, Afterpay y Affirm, y se ha convertido en un recurso popular, especialmente entre los millenials.
Según un reciente estudio realizado por FLOA junto con Kantar, el 67% de los usuarios españoles estarían dispuestos a cambiar de comercio para acceder a soluciones BNPL. Este dato no solo es superior al presentado en 2023 (7%), sino que se encuentra un 13% por encima de la media europea, dejando patente la creciente adopción de este modelo en el mercado español.
Ventajas para los clientes
- Accesibilidad: Según un estudio de McKinsey, el 60% de los consumidores que utilizan BNPL lo hacen porque les permite acceder a productos que de otra manera no podrían permitirse. Esto es especialmente relevante en tiempos de crisis económica e inflación.
- Facilidad de uso: La mayoría de las plataformas BNPL ofrecen un proceso de pago rápido y fácil, lo que mejora la experiencia del cliente.
- Control financiero: El mismo estudio de McKinsey señala que el 55% de los usuarios de BNPL considera que les ayuda a administrar mejor su presupuesto, ya que pueden dividir pagos grandes en cantidades más pequeñas, para que sea más manejable.
Ventajas para los vendedores
- Aumento en las ventas: Un informe de Shopify indica que los comerciantes que ofrecen BNPL pueden experimentar un aumento del 20-30% en sus ventas. Piénsalo, si te dan la opción de pagar a plazos, quizás gastes algo más en una sola transacción.
- Reducción de carritos abandonados: este método de pago se convierte en una razón de peso para que los clientes finalicen sus compras, al proporcionar esta facilidad de pago por aquello en lo que está interesado y en cómodos plazos.
- Fidelización del cliente: El uso de BNPL también puede aumentar la lealtad del cliente. Un informe de Accenture sugiere que los consumidores que utilizan BNPL son más propensos a volver a comprar en el mismo sitio, creando un ciclo positivo para los comerciantes. ¡Es un win win para todos!
Consideraciones y desventajas
Llegados a este punto parece que es todo un camino de rosas. Sin embargo, existen ciertos riesgos asociados en el uso del BNPL que tanto consumidores como comerciantes deben considerar.
- Endeudamiento: el uso excesivo de BNPL puede llevar a los consumidores a acumular deudas, ya que no deja de ser un acceso rápido a un crédito que puede conllevar a compras impulsivas, lo que podría resultar en dificultades financieras.
- Costos ocultos: Aunque muchos proveedores BNPL no cobran intereses si se cumplen los plazos de pago, pueden imponer tarifas por pagos tardíos. Esto puede sorprender a los consumidores más despistados, generando una carga adicional.
- Regulaciones: A medida que BNPL se vuelve más común, las autoridades financieras están comenzando a prestar más atención. Regulaciones más estrictas podrían afectar la forma en que las empresas ofrecen estos servicios.
El BNPL, ¿enemigo o fiel amigo?
En el contexto actual de inflación, el BNPL ha demostrado ser una herramienta muy útil para gestionar las finanzas personales. Los usuarios ven en esta modalidad de pago una opción fiable y segura que, además, facilita la forma de manejar los presupuestos en momentos de incertidumbre económica, o incluso, en momentos puntuales, como la temida “cuesta de septiembre” que acabamos de surfear. Si a esto le sumamos, que cada vez somos más impacientes y queremos todo al instante, parece que el BNPL, ha venido para quedarse.
Sin embargo, es clave que los consumidores seamos conscientes y estemos bien informados para que prevalezca el sentido común para adoptar decisiones de compra responsables y conscientes.
