La compra de productos tecnológicos no para de crecer. La digitalización necesita no solo infraestructuras sólidas y modernas, también requiere de dispositivos con los que acceder y disfrutar de la conectividad. Para dar respuesta a esta creciente demanda las soluciones sostenibles son cada vez más necesarias: ahora el blockchain certifica la sostenibilidad de los dispositivos electrónicos.
Mayor digitalización, mayor consumo.
El 96% de los hogares españoles tiene Internet de banda ancha. Y aunque se mantenga una brecha de acceso digital, en especial entre la población con niveles de estudios y renta menores, se trata de un dato que refleja el acceso generalizado a esta tecnología.
Estos datos, recogidos por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) en su estudio sobre el ‘Uso de tecnología en los hogares españoles’, también destacan que la implementación de la banda ancha ha mantenido un crecimiento durante los últimos años, ya que en 2016 el porcentaje era del 81%.
Esta mayor digitalización también ha provocado, como reacción lógica, un aumento en el consumo de equipos y dispositivos informáticos. Tanto que durante 2021 las cien empresas principales del sector de las tecnologías de la información facturaron en su conjunto 56.429 millones de euros en España, según estimaciones del grupo editorial BPS. Entre el “Top 10” se encuentran algunos mayoristas informáticos como Esprinet y Tech Data, Samsung Electronics, Ingram Micro y HP, con facturaciones por encima de los 1.000 millones de euros.
Este aumento en el consumo de dispositivos deja tras de sí un crecimiento la creación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Así, el informe Global E-waste Monitor 2020, impulsado por el programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas, señala que en 2019 se generaron un total de 53,6 millones de toneladas métricas de este tipo de residuos, lo que supone un incremento del 21% en tan solo 5 años. El mismo documento sitúa esta cifra como un nuevo récord, y prevé que en 2030 se alcancen unos 74 millones, lo que duplicaría las cifras en tan solo dieciséis años.
Decisiones responsables.
Esto plantea ya un auténtico reto para el que hay que empezar a poner en marcha soluciones. En este sentido, hace ya unos años, en 2018, se lanzaba el TCO Certified, generation 8. Su objetivo era ayudar a las organizaciones a tomar decisiones responsables en la compra de productos informáticos, y a afrontar los desafíos para mejorar la sostenibilidad. Esta certificación ofrecía fórmulas para alcanzar estos logros a través de la responsabilidad y la transferencia en la cadena de suministros, y planteaba introducir la circularidad en el mercado de productos informáticos, y sustituir así el modelo lineal de «extracción-fabricación-eliminación».
El objetivo de este tipo de acciones es diseñar productos con una vida útil mayor, y que se puedan reutilizar o refabricar antes de reciclarse. No hay que olvidar que mantener una alta utilidad de los materiales durante el mayor tiempo posible se traduce en reducir los residuos tóxicos y la dependencia de los materiales vírgenes, dependencia que ya ha tenido un gran impacto en la crisis de los chips, que afectó al mercado y provocó restricciones que aún hoy son visibles.
Además, los equipos electrónicos tienen un ciclo de vida útil, que antes o después llega a su fin. Una vez acabada su etapa “productiva” se transforman en basura electrónica. Teléfonos móviles, tablets, ordenadores y todo tipo de wereables, contienen en su interior un gran número de sustancias químicas y componentes que pueden ser muy nocivos para la naturaleza si no se reciclan correctamente.
Móviles eco.
Tras lanzar en mayo de 2021 el sistema de etiquetado que identifica los teléfonos móviles más sostenibles, Eco Rating, Telefónica lo ha implantado ya en todos sus mercados al extenderlo a sus operaciones en Latinoamérica en los que está presente.
El objetivo de la compañía es convertir este sistema de etiquetado en un procedimiento estandarizado global, que ofrezca a los consumidores de todo el mundo una información coherente y transparente sobre el impacto medioambiental de sus móviles y que les permita incorporarlo en sus decisiones de compra. En la actualidad Eco Rating evalúa más de 200 modelos de teléfonos móviles, de 16 fabricantes.
Con esta iniciativa, la operadora quiere promover la economía circular y el consumo responsable, fomentando la innovación y puesta en práctica de acciones más favorables al medio ambiente en todo el ciclo de vida de los terminales, especialmente entre sus proveedores. La compañía trabaja para reducir el impacto ambiental que genera al desacoplar su crecimiento de las emisiones generadas, reducir el consumo de recursos naturales y convertirse en una empresa cero residuos al reciclar, en la actualidad, el 98%.
El blockchain certifica la sostenibilidad de los equipos electrónicos.
Los equipos electrónicos también se benefician de iniciativas innovadoras para ser más eficientes y sostenibles. Así, la última edición del Congreso 4YFN del Mobile World Congress, se tiñó de verde con la presentación del European Green Tech Passport para este tipo de equipos. Esta iniciativa ha sido diseñada entre Telefónica Tech y Éxxita Be Circular en sintonía con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción de Economía Circular, y permite gestionar el ciclo integral de los dispositivos electrónicos.
Una de las mayores innovaciones que presenta este proyecto es la incorporación de la tecnología Blockchain a través del servicio desarrollado por Telefónica Tech, TrustOS, que permite la emisión del pasaporte con una referencia única y verificable por dispositivo. Al pasaporte se le asigna un código QR para una identificación rápida del mismo y un acceso sencillo.
También se pueden registrar aspectos como las reparaciones que se realicen a un determinado equipo, garantizado a través de blockchain, la información relacionada y eliminando la posibilidad de falsearla tanto en fecha como en contenido. Todo ello se lleva a cabo con la plataforma de Inteligencia Artificial Éxxita Be Circular llamada ‘Aitana’, que establece además modelos predictivos sobre la reparabilidad y recuperabilidad, para ser mucho más ágil y eficiente en el proceso, así como controlar la calidad y gestión de cada ‘ticket’ en tiempo real.
Todo ello demuestra la posibilidad de seguir desarrollando distintas innovaciones para afianzar el compromiso de las empresas con la sostenibilidad y la economía circular.