La conectividad y el crecimiento de nuevas tecnologías han traído consigo crear nuevos métodos analíticos que ayudan a comprender los datos y transformarlos en información útil para mejorar y agilizar un gran número de procesos y actividades. Y el siguiente paso evolutivo en el sector tecnológico ha sido dar aún más valor al dato gracias a la Inteligencia Artificial de las Cosas, o Artificial Intelligence of Things.
¿Qué es el Artificial Intelligence of Things?
La AIoT es la combinación de las tecnologías Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial. Para conocer de forma correcta el significado de este concepto es crucial indagar en los detalles de sus componentes.
El Internet de las Cosas se basa en la conectividad que permite a los elementos físicos, dispositivos, transferir datos a través de una red inalámbrica y comunicarse con otros dispositivos. Esta tecnología está cada vez más presente en sectores industriales, agrícolas, de salud, e incluso en edificios y un buen número de elementos que forman parte de las llamadas ciudades inteligentes, puesto que son ciudades conectadas. Además, ofrece una gran cantidad de opciones y oportunidades que permiten mejorar la vida de las personas y los entornos de trabajo.
Por otro lado, está la Inteligencia Artificial, un concepto cada vez más popular, sobre todo, en las áreas tecnológicas. La IA utiliza algoritmos que permiten el aprendizaje automático de las máquinas. Su principal objetivo es que las herramientas tecnológicas basadas en ella sean capaces de detectar errores y alertar de los mismos en un futuro. Por ejemplo, se utiliza como parte fundamental a la hora de establecer estrategias corporativas en procesos de selección de personal o en el ámbito de las cadenas de suministros.
En este sentido, el AIoT se puede definir como una nueva tecnológica encargada de dotar a los elementos físicos de autonomía para que puedan analizar la situación y tomar decisiones a partir de aprendizaje automático.
Objetivos de la Inteligencia Artificial de las Cosas
El principal objetivo de esta tecnología es lograr ampliar los beneficios del IoT y la IA. Los dispositivos con IoT albergan y gestionan una gran cantidad de datos y, por ende, para aprovecharlos e interpretar la información es necesario la implementación de aprendizaje automático. De este modo, se consigue que los sistemas sean capaces de autocorregirse, adaptarse a los contextos y mejorar continuamente.
Con la combinación de ambas tecnologías se pueden desarrollar soluciones inteligentes para smart cities, industrialización, el sector sanitario o el transporte, entre otros. Además, otra meta que plantea es facilitar el uso de la automatización, y mejorar su seguridad y privacidad.
Los objetivos de la inteligencia artificial de las cosas plantean un nuevo concepto, el Edge Computing. Se trata de la capacidad para procesar los datos desde el propio dispositivo inteligente de forma eficiente.
Aplicaciones del AIoT
La Artificial Intelligence of Things ya está presente en muchos espacios, desde entornos industriales hasta el ocio y el turismo, pasando por la agricultura y la ganadería, el transporte y la logística o la banca y los seguros.
Está presente en los actuales smartphones, puesto que utilizan aplicaciones inteligentes capaces de aprender y responder de forma automática gracias a la interacción humana. Un ejemplo de ello son los asistentes de voz como Siri, Alexa o Cortana, mediante los cuales el usuario puede realizar búsquedas, realizar llamadas, redactar mensajes o abrir otras aplicaciones.
La AIoT también se utiliza en los sistemas de recomendaciones instalados en las aplicaciones, redes sociales, correos electrónicos y plataformas de streaming, entre otros. Estas herramientas están diseñadas para generar y proporcionar sugerencias y contenidos al usuario de manera personalizada. Utilizan algoritmos de IA y técnicas machine learning para crear una red neuronal avanzada entre productos y usuarios.
Muchas empresas utilizan esta tecnología avanzada para mejorar la seguridad en el análisis de datos a tiempo real, ya que ayuda a detectar tendencias y picos de demanda, o sucesos sospechosos, lo que permite mantener seguros a los usuarios durante un proceso de compra (muy útil para los departamentos de ciberseguridad).
Otro ejemplo significativo es el uso de la AIoT en los vehículos autónomos. Se instala en el ordenador de a bordo, cámaras y demás elementos conectados, para que puedan ser capaces de tomar decisiones autónomas en tiempo real, teniendo en cuenta las condiciones de la carretera, la seguridad vial, y el modo de conducción.
¿Qué ventajas tiene el AIoT?
El uso de Inteligencia Artificial de las Cosas aporta muchos beneficios. Principalmente, mejora el análisis de datos y, por ende, aumenta la eficacia operativa de los dispositivos. Este hecho permite identificar los puntos erróneos para ajustar los procesos de producción a las necesidades reales.
Además, los usuarios no tienen que dedicar tiempo a revisar los dispositivos, los sistemas basados en AIoT son autónomos lo que permite ahorrar recursos y tiempo, ayudando a las empresas a ser más sostenibles. Y gracias al despliegue de la red 5G, el número de dispositivos conectados entre sí puede aumentar, optimizando los procesos y mejorando la escalabilidad.