Una implantación lenta
Para empezar, aunque llevamos años oyendo hablar de las bondades que nos traerá 5G, la realidad es que nos está costando verlas, ya que su implantación está siendo lenta y muy progresiva.
Es cierto que los datos ya auguran una etapa más expansiva: según las estimaciones del GSMA, la patronal de las telecos que organiza el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, las conexiones 5G superarán los 1.000 millones en 2022 y los 2.000 millones en 2025, es decir, llegando a un 20% de la población mundial. En Europa, podría alcanzar ese mismo año al 34% de la población.
Como vemos, tenemos por delante aún años con 4G como gran protagonista.
5G culmina una continua evolución de las comunicaciones desde el 2G, que permitió pasar la voz analógica a digital; el 3G, que supuso un aumento en la velocidad de los datos y el 4G, con el que vivimos la “explosión” de Internet.
Las 3 claves de 5G
5G es más que mejorar la comunicación, se trata del habilitador fundamental para la expansión de otras tecnologías gracias a tres claves: velocidad, latencia y la alta capacidad y concurrencia
La primera y más evidente es la evidente mejora en la velocidad respecto a 4G. Con 5G podremos llegar hasta las 10 gigas por segundo de descarga. Hablamos de velocidades que permitirán la transmisión de una gran cantidad de datos en mucho menos tiempo.
La segunda clave es la reducción de la latencia en la transmisión de datos. La latencia no es más que el tiempo de ida y vuelta desde que en una red se emite una petición u orden y la respuesta a esta orden. Por ejemplo, sería el tiempo que transcurre desde que un usuario accede a una página web desde su smartphone, y el contenido aparece en su navegador. O en una fábrica, sería el tiempo que transcurre entre que un robot pida instrucciones de cómo operar con una pieza, y reciba dichas instrucciones.
En este contexto, 5G llegará a ofrecer latencias de tan sólo 1 milisegundo en la parte de las comunicaciones, lo que significa permitir que las comunicaciones sean casi instantáneas.
Y por último, tenemos la alta capacidad y concurrencia que permite 5G y que debe dar respuesta al cada vez mayor el número de dispositivos conectados. A esto debemos sumarle, y también cada vez son más los sensores para medirlo todo: la humedad de la tierra, el estado físico de un trabajador, el nivel de contaminación de una vía o el estado de las máquinas de una fábrica. Hablamos de miles de compartiendo millones de datos.
5G da respuesta a este escenario en el que las maquinas deben poder conectarse de forma segura y eficiente, ya que está diseñado para poder soportar hasta un millón de dispositivos conectados por km cuadrado.
Impacto en otras tecnologías
Como estamos viendo, el 5G se convierte en la autopista que permitirá el desarrollo de tecnologías y procesos, principalmente de tres de ellas: Big Data, IoT, e Inteligencia Artificial.
En IoT, 5G supone una gran mejora en la velocidad y permite la conexión de muchos más dispositivos de forma fiable y con baja latencia.
En Big Data, la recopilación de datos se verá impulsada gracias al desarrollo del 5G por el aumento de la capacidad de envío y recepción de información mucho más rápido y en tiempo real.
En Inteligencia Artificial (IA) veremos cómo combinada con 5G, los sistemas automatizados pueden reaccionar a cambios casi en tiempo real, gracias a la baja latencia.
Casos de uso ya reales gracias a Telefónica
Pero veamos el impacto en algunos ejemplos, que ya son reales y que Telefónica ha puesto en marcha:
Telefónica Empresas y el Hospital Quirónsalud Málaga han desarrollado el primer sistema de asistencia experta a las intervenciones médicas con la integración de 5G y realidad aumentada. En el proyecto piloto se realizaron cirugías endoscópicas digestivas en el Hospital Quirósalud de Málaga asistidas en remoto desde Japón.
Telefónica y Gestamp han instalado, en una de sus factorías de Barcelona, un caso de uso de fábrica conectada con 5G. El proyecto, el primero de fábrica digitalizada con 5G en España para los procesos industriales, consiste en virtualizar una fábrica completa y conectarla con 5G para mejorar el proceso de toma de decisiones,
APM Terminals, junto con Telefónica y Mobile World Capital Barcelona, están mejorando la seguridad en los puertos gracias al uso de redes 5G para conectar grúas, vehículos y personas fusionando diferentes tecnologías.
Telefónica, la DGT y Seat se han unido para trabajar la detección anticipada y aviso de riesgo a los conductores que viajan por una carretera en dos casos concretos: la presencia de un ciclista rodando por la misma vía y la existencia de un coche parado en la carretera a causa de avería u otro tipo de incidente.
Visual Nacert, socio de Telefónica Empresas, ha puesto en marcha el proyecto Innobobal con el que se ha conseguido ahorrar hasta el 50 por ciento del agua en una explotación vitivinícola. La clave reside en la utilización de sensores que gestionan el riego sin afectar a la calidad de la cosecha ni del fruto.
Estos ejemplos nos muestran que el potencial que abre la conectividad 5G es prácticamente inimaginable y responden a la pregunta con la que abríamos el artículo, sí 5G supondrá una gran revolución.
