¿Qué tienes en la mano en este momento? ¿Dónde lo has comprado? ¿Quién la ha distribuido a la tienda? ¿Era un chico joven el transportista? ¿Una mujer? ¿Dónde se ha fabricado? ¿En Asia? ¿Qué empleados lo habrán hecho? ¿En qué condiciones? ¿Qué vas a hacer con ello cuando no te sirva? ¿Se puede reciclar?
Perdona las preguntas. Son simplemente para ilustrar que todo lo que usamos tiene un pasado, un presente y un futuro. Y en su historia intervienen empresas y las empresas son personas. Es una cadena, llámale cadena de valor, de compras, de suministro… En todos los eslabones, las cosas tienen que hacerse bien, pensando en el bienestar de los empleados, de los usuarios, del medio ambiente…
Me gusta la gente con capacidad de medir las consecuencias de sus acciones”, Mario Benedetti
Si algo sale mal, ¿de quién es la responsabilidad? Es un tema muy complejo. Las grandes compañías están cada día más implicadas para fomentar una cadena de compras sostenible, que cumpla unos estándares mínimos éticos, laborales, ambientales…
Como parte de su 10th Annual Sustainable Supply Chain Summit, Ethical Corporation ha realizado una encuesta entre más de 400 personas de empresas, ONGs, ámbito académico, Gobierno… y estos son los principales drivers para seguir trabajando en el tema:
La colaboración de la industria es la mayor oportunidad para 2015/2016: un poco más del 24% de los encuestados apuesta por esta cooperación. Le siguen la creación de una economía circular y el reconocimiento del consumidor, en el 16% y 11% respectivamente.
La trazabilidad y las preocupaciones ambientales son los temas más importantes a tener en cuenta en 2015/2016: casi el 30% de la comunidad mejorar en estas dos líneas marcará la diferencia en el futuro. Los temas relativos al medio ambiente son especialmente relevantes para Asia Pacífico. La trazabilidad preocupa más en Europa.
