Nuestro compromiso con los clientes es garantizar un servicio óptimo y sin interrupciones y ser transparentes sobre el estado de nuestras redes e infraestructuras en todo momento, incluso durante situaciones adversas.
Planificamos con antelación nuestra capacidad de continuar ofreciendo nuestros productos y servicios con un nivel aceptable predefinido en caso de incidentes graves, fenómenos naturales, factores externos, fallos de energía o cualquier otra situación que pueda alterar nuestro servicio.
Para reducir en la medida de lo posible el tiempo de incidencia, trabajamos continuamente en ser una compañía más resiliente. Gestionamos estas situaciones mediante el Programa Global de Continuidad de Negocio y un Sistema Global de Gestión de Crisis. Este sistema nos permite estar preparados para afrontar incidencias de una forma ordenada y coordinada, de tal forma que se facilite la comunicación y colaboración de todas las áreas implicadas para trabajar en modo degradado, minimizando los impactos y recuperar la normalidad operativa en el menor tiempo posible. Anualmente se realizan varios ejercicios globales y locales, por lo que se realizan pruebas, al menos, semestralmente.
Estos ejercicios tienen por objeto poner a prueba los mecanismos de continuidad de la actividad o simular escenarios de crisis y probar la eficacia o identificar oportunidades de mejora en nuestro sistema frente a incidentes o crisis reales.